Continuando con el tema de las tres publicaciones anteriores, sigo revisando la propuesta del filósofo francés Roland Barthes en relación con sus ideas sobre las mitologías como discursos semióticos, y los mitos contemporáneos en la sociedad de comunicación de masas. En el siglo XX, en el que las comunicaciones masivas se globalizaron, el mito también se globalizó y fue tomado por las clases sociales dominantes que usan esos medios como sistemas de control y reproducción de las estructuras existentes. Esto se acentúa, según Barthes, con el majeo semiótico de los símbolos y discursos presentes en los mensajes creados por estas sociedades.
En el mito contemporáneo vamos a encontrar un sistema semiológico, pero como sistema segundo, es decir, el mito parte de una cadena semiológica que existe previamente, de una primera lengua que Barthes le asigna el término de lenguaje-objeto; y esa segunda lengua, la del mito propiamente, recibe el término de metalenguaje, pues en ella se habla de la primera. En conclusión, donde termina el primer sistema semiológico, propio de toda lengua, (que es el signo), es donde comienza el segundo sistema semiológico (significante), propio del mito.
En relación al sentido y forma del significante mítico, se producirán tres lecturas diferentes: primera, un "significante vacío", el concepto llena la forma del mito, productor de mitos, situación cínica. Segunda, "un significante lleno”, en el que se distingue claramente el sentido de la forma y por consiguiente la deformación, o sea, se descifra el mito, es decir una “situación desmitificante”. Y una tercera, un “significante mítico como un todo inextricable de sentido y de forma", significación ambigua, se lee el mito, se consume el mito. Todo esto según términos del mismo Barthes.
Por otra parte, Barthes aborda es tema social desde el análisis de la burguesía y sus expresiones. Este es el tema que nos introduce en el campo propio de la ciencia social. Hace todavía más clara la relación entre el símbolo y el mito al afirmar que "La mitología forma parte de la semiología como ciencia formal y de la ideología como ciencia histórica; estudia las ideas como forma". Realiza también un estudio sincrónico de los mitos contemporáneos (no realiza una mitología histórica ni hace una historia prospectiva) por una razón objetiva "nuestra sociedad es el campo privilegiado de las significaciones míticas", y nuestra sociedad es una sociedad burguesa. La consecuencias de esto las veremos en el siguiente post del blog.
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