Ya en publicaciones anteriores he hablado sobre el tema de la modernidad y del modernismo como estilo y estética. Pero es un tema al que me gusta volver, porque entender la modernidad es entendernos a nosotros hoy, porque somos, culturalmente hablando, resultado de esa realidad histórica. Histórica y estética. Me gusta aclarar que el término modernismo lo aplico a cierta estética propia de fines del siglo XIX hasta mediados del XX. No obstante, hay otra clasificación que viene de la llamada "Historia Universal", que subdivide los períodos históricos en cinco:
La Prehistoria, que comprende lo que se conoce como "Edad de Piedra", desde unos 2 millones de años a.C. hasta la aparición de los primeros centros poblados, unos diez mil años a.C. aproximadamente.
La Edad Antigua, que va desde el 10.000 a.C. hasta el año 476 d.C. en el que se produce la caída definitiva del Imperio Romano de Occidente.
La Edad Media, período que abarca desde el fin de Roma en el 476 d.C. hasta la caída de la ciudad de Constantinopla, en 1453 d.C. que se asume como el fin del Imperio Romano de Oriente.
La Edad Moderna, que empieza en ese 1453 d.C. y dura hasta la Revolución Francesa, en 1789 d.C.
La Edad Contemporánea que daría inicio en el 1789 d.C. y abarca hasta el día de hoy.
Como podemos ver, son subdivisiones a veces imprecisas, arbitrarias y nada más que occidentales, porque no toman ninguna referencia de las civilizaciones asiáticas, por ejemplo. Además las fechas son también borrosas y cuestionables; de hecho, hay autores que dividen la prehistoria en dos partes, otros que toman la llegada de Cristóbal Colón a las islas del Caribe como fin de la Edad Media y otros hacen más subdivisiones en los espacios temporales.
En todo caso, lo que me importa es destacar el período que se considera "moderno", que va desde mediados del siglo XV hasta fin del silgo XVIII, cosa muy extraña, porque la idea de lo moderno se asocia más a aquello perteneciente o relativo al tiempo de quien habla o a una época reciente, como dice el Diccionario de la Lengua Española. De hecho, la etimología hace referencia a lo reciente, así que hechos de hace más de 200 años, no lo son.
Para mí tiene mucho más sentido aplicar la palabra modernidad a lo que se considera el resultado estético y cultural de los cambios sucedidos en el mundo desde final del siglo XIX hasta hoy. Se puede hablar de un premodernismo que, desde el punto de vista occidental, comienza con la aparición de la fotografía, el telégrafo, el ferrocarril, la industrialización y otros acontecimientos que transformarán rápidamente la vida del común de la gente en esos años. En el campo de lo estético, hay otro fenómeno, que es el cambio de las percepción artística, hecho muy notable con la consolidación del Impresionismo como movimiento. Sobre esta base, se puede entonces considerar que hay una transformación de esas concepciones en los últimos 150 años, que son las que entenderemos como fases del Modernismo: premodernismo, modernismo, posmodernismo, hipermodernismo, cada una con sus variantes y subclasificaciones, que veremos en las siguientes publicaciones.
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