domingo, 2 de noviembre de 2025

Epifenómenos, fenomenología, percepción e inteligencia artificial (1)

A partir de esta publicación voy a dedicar varias en secuencia para hablar sobre el asunto que aparece en el título de esta entrada: epifenómenos, fenomenología, percepción e inteligencia artificial (IA), Dado que la estética digital contemporánea tiene que ver mucho con estos elementos (percepción, IA, fenomenología y epifenomenología), creo que tiene interés desarrollar un poco estos conceptos y sus relaciones. Si bien son temas de una gran profundidad filosófica y psicológica, intentaré hacer una aproximación general para abordar estos asuntos relevantes en la cibercultura contemporánea. 

La idea de "epifenómeno" surge a finales del siglo XIX dentro del materialismo psicofísico y dentro la rama de la psicología que sostiene el origen somático de la emoción. El término fue especialmente acuñado y abordado por el biólogo y pensador británico, Thomas Henry Huxley, quien consideraba a la conciencia como un epifenómeno típico: un fenómeno que surge a partir de la actividad del sistema nervioso sin tener un efecto causal real sobre él. También fue utilizado por otros filósofos y pensadores de la época para describir fenómenos secundarios que acompañan a otros principales sin influir en ellos, especialmente en discusiones sobre la relación entre cuerpo y mente. Es una palabra que proviene del griego y se fue consolidando en debates filosóficos y científicos sobre la causalidad y la naturaleza de la mente y la conciencia en relación con el cuerpo.​

Un epifenómeno es un fenómeno secundario o accesorio que ocurre junto o en paralelo a un fenómeno principal, sin que tenga influencia o causalidad sobre este último. En filosofía y psicología, se usa para describir algo que acompaña a un fenómeno principal pero que no ejerce efecto sobre él, como la mente o la conciencia entendidas como efectos derivados de la actividad cerebral, sin capacidad para influir en ella. De esta manera, un epifenómeno depende del fenómeno principal para su aparición, pero no contribuye causalmente a él ni modifica su desarrollo. 

Precisamente, Thomas Huxley (1825-1895), considerado como uno de los principales defensores históricos del epifenomenalismo, utilizó, para explicar el concepto, la metáfora del "silbato de vapor" de una locomotora: el silbato es un producto del motor en funcionamiento, pero no tiene ninguna influencia sobre el mecanismo de la máquina ni sobre su movimiento. En la próxima entrada veremos más sobre el desarrollo de esta importante noción filosófica y psicológica. 

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