"Nos queda mucho. Nos queda repensar el mundo, nos queda el humanismo, la ambición de construir una vida más justa, pero no tiene por qué ser bajo el amparo de una doctrina dogmática. Nos queda la libertad interior de cada uno, la libertad de pensar, la libertad de crítica y autocritica constante, de no ser autocomplaciente o conformista. Nos queda el valor y el rigor de pensarse el mundo todos los días para no ser conformista ni de derecha ni de izquierda".
No hay comentarios:
Publicar un comentario