Como afirmé en las dos publicaciones anteriores, la "paideia", es decir, la noción de formación, educación y enseñanza propugnada por los antiguos griegos, es un concepto válido hoy en día, adaptado a las realidades del siglo XXI. Es notable cómo ideas con más de 2.500 años de haber sido planteadas siguen teniendo validez por su universalidad. Como también señalé anteriormente, en todas las civilizaciones humanas ha estado presente esa necesidad de aprendizaje, de preservar y entregar conocimientos y costumbres dentro de cada cultura, misma necesidad que en la Grecia clásica se formuló con gran claridad.
La paideia griega tenía como intención formar ciudadanos cultos y virtuosos, capaces de participar activamente en la vida política y cultural de las ciudades. Para lograr eso crearon un "currículo" que incluía disciplinas como la gimnasia, la música, la retórica, la filosofía y la literatura. Todos estos elementos formativos eran relevantes.
Poe ejemplo, la gimnasia era fundamental para el desarrollo físico y la salud del individuo. La música, por su parte, se consideraba una forma de educación moral y estética. La retórica y la filosofía eran esenciales para el desarrollo del pensamiento crítico y la capacidad de expresarse con claridad y eficacia. Y la literatura, por último, proporcionaba a los estudiantes un conocimiento de la historia, la cultura y los valores de la civilización griega.
Como también señalé antes, la paideia está ligada a la idea del areté, que se puede traducir como "virtud" o "excelencia". El areté era el objetivo final de la paideia, el ideal al que aspiraba el individuo educado. El areté no era un concepto estático, sino que se entendía como un proceso de desarrollo continuo. El individuo virtuoso era aquel que había alcanzado su máximo potencial, tanto en términos físicos, intelectuales como morales.
Aristóteles fue uno de los principales teóricos de la paideia. En su obra La política, define la paideia como "la formación del hombre para la vida buena". Aristóteles consideraba que la paideia tenía como objetivo preparar al individuo para vivir una vida plena y satisfactoria, tanto en lo individual como en lo social. Para ello, era necesario desarrollar las virtudes intelectuales, morales y físicas.
Estas nociones tienen aún hoy relevancia y aplicabilidad. Reflejan ciertas condiciones humanas consideradas universales, fundamentales para el desarrollo de las culturas y la vida en sociedad. De alguna manera se identifica aún con nuestros valores. Por esto es que la paideia griega es un modelo de educación que tiene una gran influencia en la cultura occidental. Su legado sigue presente en la actualidad, en la forma en que entendemos la educación y la formación integral del individuo. En un mundo cada vez más complejo, es necesario que los individuos tengan una formación integral que les permita desarrollar su potencial y participar activamente en la sociedad; puede entenderse entonces como un modelo educativo que promueve la formación de ciudadanos cultos, capaces de pensar críticamente, resolver problemas y actuar con ética y responsabilidad.
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