En la publicación anterior empecé a desarrollar el tema de lo que puede llamarse una "gramática visual". Es un tópico que abarca la comunicación, el diseño, la semiótica y el lenguaje visual. Muchos autores de distintas áreas de estas disciplinas (incluyendo el arte), han trabajado sobre es posible gramática de lo visual. Ya aquí en este blog he nombrado a Donis Dondis, a Gyorgy Kepes, a Vassily Kandinsky, a Christian Metz, Roland Barthes, al mismo Umberto Eco, quienes han propuesto ideas como el lenguaje de la visión, la sintaxis de la imagen, el diseño del proyecto gráfico y la semiótica de la imagen. Hay un autor y un texto que específicamente trata sobre la gramática visual, que es el de Christian Leborg, Gramática visual, de 2004.
Leborg es un diseñador y consultor de branding, de origen noruego, quien en este texto intenta dar una visión práctica de lo que son los elementos que han de conformar los mensajes visuales, de forma eficiente e inteligible. Se trata, básicamente, de un compendio de ejemplos de lo que él llama gramática visual, que articulado en torno a unos apartados claros y concisos (Abstracto, Concreto, Actividades y Relaciones) presenta de una manera eminentemente gráfica los elementos que la integran, sus procesos así como las relaciones que se establecen entre ellos. Puede decirse que es un pequeño tratado que define de forma sencilla y totalmente gráfica los elementos básicos del lenguaje visual y sus procesos y relaciones.
En el primer capítulo del libro aborda conceptos abstractos como la dimensión, el formato y el volumen; en el segundo trata sobre objetos y estructuras concretas como la forma, el color, el tamaño y la textura; la tercera parte describe las actividades que pueden tener lugar en una composición, como la repetición, el reflejo y el movimiento; y el cuarto capítulo examina las relaciones que se establecen entre los diferentes objetos que forman una composición. Sin un conocimiento básico de este lenguaje, muchos de los mensajes resultan incomprensibles, lo que impide que se desarrolle un diálogo productivo entre creadores y consumidores.
Es un libro con poco texto, poca teoría y muchas ilustraciones, ejemplos e imágenes. Es natural que sea así porque su enfoque es más práctico que otra cosa. Se puede decir que es, de alguna forma, un diccionario de lo visual, así como un compendio de modelos gráficos. Para él, la idea de gramática se relaciona con la gramática de cualquier lenguaje: definir elementos básicos, describir pautas y procesos, entender relaciones para poder establecer un sistema estructurado de técnicas para construir los mensajes visuales, de manera de que sean efectivos y claros. Establece una descripción de los códigos que podemos aplicar de manera universal en este tipo de comunicación. Esto mismo han hecho otros autores, como veremos en la siguiente publicación.
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