Dentro de las distintas teorías propuestas para comprender al cine como arte, como entretenimiento y como medio de comunicación, están aquellas enfocadas en la epistemología, es decir, en principios, fundamentos, extensión y métodos que pueden explicar ese fenómeno. Estas aproximaciones incluyen las llamadas teorías ontológicas, las metodológicas y las de campo, que se basan en responder preguntas asociadas a los paradigmas que pueden definir a este fenómeno en general. Algunos de los teóricos que trabajan el realismo, el formalismo o la semiótica, pueden a su vez encuadrarse en algunas de estas otras vertientes.
El primer caso es el de la teoría ontológica, que estudia lo que es el cine como hecho, así como las relaciones entre los entes que lo conforman (por ejemplo, la relación entre un elemento universal, como un color, y uno particular que lo tiene, como un vestido) o la relación entre un acto (como el que sucede en una escena) y sus participantes (como parte de la trama). Aquí se trata de determinar cuáles son las categorías o géneros amplios y cómo forman un sistema de categorías que proporciona una clasificación abarcadora de todas las expresiones cinematográficas. Acá la pregunta básica es "¿de qué se trata?".
El interés de los teóricos ontológicos se centra en el contenido de la película y lo que expresa. Hay tres maneras de subdividir este análisis: desde el punto de vista de lo real (como lo hace André Bazin, por ejemplo), desde lo imaginario (como Edgar Morin) o desde el lenguaje (como Jean Mitry y otros). En el primer caso se resalta aquello que refleja la realidad, bien sea como documental o como existencia, donde se valora la objetividad y el flujo natural del tiempo. El neorrealismo italiano es un buen ejemplo de lo que se considera un género válido por su forma existencialista. Aquí se valora la cotidianidad reflejada en el film, la reproducción de la vida (sea documentada o recreada) y se destacan los contenidos en sí.
Por su parte, los teóricos ontológicos que estudian el imaginario, se preocupan justamente por el uso imaginativo del cine, su magia y su poesía. Es el cine surrealista, de imaginación y de fantasía el que más valoran, porque es una puerta a formas elevadas de arte (como la literatura o lo música, por ejemplo), donde se dan la mano en forma simbiótica la fantasía y la verdad de la vida. Finalmente los ontológicos del lenguaje analizan, como su nombre lo indica, el lenguaje cinematográfico. Los procedimientos de construcción del discurso fílmico, el montaje, la narrativa y su representación, y por supuesto, el signo audiovisual y sus significados. Aquí es la trama y sus factores semióticos la que define al film.
Podemos ver que en general se estudian todos los tipos de géneros cinematográficos posibles, pero son destacados aquellos que según cada autor aporta más en sí a lo que es el cine como medio y mensaje, como arte y espectáculo. Por otra parte, están los estudios que van hacia la metodología de elaboración del filme, cosa que veremos en la próxima publicación.
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