El cuarto de los cinco conceptos que he destacado en la idea estética para los griegos de la antigüedad es el de la creación artística. ¿Qué es una creación artística? ¿Cuándo una creación es artística? Esas preguntas, que aún nos las podemos hacer hoy, tienen más de 2.500 años formuladas en la cultura occidental. Recordemos que la noción de estética que manejamos ahora no existía para los griegos, así como el concepto de arte contemporáneo, por lo que la forma de ver la creación artística era, naturalmente, diferente.
Actualmente, estamos tan acostumbrados a hablar de la creatividad artística que los conceptos de artista y creador nos parecen inseparables. Sin embargo, esta vinculación es bastante reciente desde el punto de vista histórico. Los griegos carecían del concepto actual de creación artística. No pensaban que la creación artística se diferenciara de modo importante de otro tipo de producción humana. Este aspecto se entiende si tenemos en cuenta que entendían el arte como habilidad y veían en él tres factores básicos: el concedido por la naturaleza, es decir, el material; el transmitido por la tradición, que es el conocimiento, y el procedente del artista, que era el trabajo. No se valoraba, por tanto, la originalidad, la creatividad individual. Lo importante en una obra de arte no era la novedad, sino la adecuación a la tradición, que veían como garantía de duración, universalidad y perfección.
De nuevo, para cada filósofo y para cada escuela, lo que se consideraba arte y creación artística era diferente, aunque en líneas generales se aceptaba que la creación tenía que ver con la producción de alguna obra, bien sea original o de copia. Para Aristóteles, por ejemplo, la producción es un cambio por el cual un objeto se hace real porque adquiere una forma definida. No hay que olvidar que los objetos, las cosas, e incluso los individuos, eran entendidos como un compuesto indisoluble de materia y forma. Todas estas sustancias que existen en la naturaleza cambian. Allí está la creación: en el cambio.
Quienes podríamos llamar artistas, buscan en los seres individuales el elemento universal, la forma, que se traduce por medio del arte de que se trate y que tiene que ver con la técnica y la habilidad. Allí reside la capacidad creativa. Vemos que si bien en el mundo clásico las ideas sobre la belleza y el arte y la estética eran en cierta forma diferentes a las nuestras en el siglo XXI, mucho de sus fundamentos sigues vigentes y son valiosos para entender nuestra cultura hoy. Eso también se aplica a la idea de "mímesis" en el arte, cosa trataré en la próxima publicación.
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