En las publicaciones anteriores vimos dos grandes sistemas de pensamiento que abordan el análisis cinematográfico desde dos puntos de vista diferentes, el formalista y el realista. Esto contribuye a que el cine se consolide como campo de estudio académico. Uno de los enfoques que cobra importancia en la segunda mitad del siglo XX es el que tiene que ver con la semiótica, el estudio de los signos visuales y sus sentidos. En Francia, aparece una figura relevante, Jean Mitry, al que le seguiría poco después otro nombre no menos importante, Christian Metz. Con ellos dos, el cine pasó a ser entendido como una materia más dentro de las investigaciones en la educación universitaria.
Jean Mitry es el seudónimo de Jean-René Pierre Goetgheluck Le Rouge Tillard des Acres de Presfontaines (1904-1988), teórico, crítico y cineasta de cine francés, cofundador de la primera sociedad cinematográfica de su país y, en 1938, de la Cinémathèque Française. Fue el primer profesor de cine de la Universidad de París y un analista cuyos trabajos tuvieron un gran impacto en la teoría cinematográfica, sobre todo su obra más relevante, Estética y psicología del cine, de 1965, que es el estudio más sistemático y pormenorizado a nivel general de todos los problemas y las cuestiones relativas al cine. Su teoría se basa justamente en las dos palabras que componen el título de su libro: estética y psicología. Mitry comprendía el cine como una forma estética que utiliza la imagen como medio de expresión y cuya sucesión es un lenguaje. Es aquí donde se aproxima al espacio semiótico, pues incluye la idea del significado (sensorial y psicológico) como componente fundamental de una película. Abarcó en sus propuestas premisas formalistas y conceptos realistas, sin negar el valor de ambas teorías, pero su intención es acercarse del modo más científico posible al cine.
Por su parte, Christian Metz (1931-1993), semiólogo, sociólogo y teórico cinematográfico francés, viene del campo de la lingüística y es reconocido por haber aplicado las teorías de Ferdinand de Saussure al análisis del lenguaje del cine, así como ciertos conceptos provenientes del psicoanálisis. Sus aportes fueron básicos para el desarrollo de una importante rama de la teoría cinematográfica: la semiología del cine. Metz propuso superar las aproximaciones generales y totales al cine, para empezar a realizar acercamientos específicos, más científicos y menos especulativos. Aplicó entonces al estudio del cine disciplinas que él dominaba, como la lingüística y el psicoanálisis. Tiene una extensa bibliografía y sobre el tema en particular destacan Ensayo sobre el sentido en el cine I (1968), Lenguaje y cine (1971), Ensayo sobre el sentido en el cine II (1973), El significante imaginario, el psicoanálisis y el cine (1977), Ensayos semióticos (1977), y La enunciación impersonal o el lugar de la película (1991). Su obra constituye tanto una contribución a la teoría del cine francés como a la semiótica visual en general. Curiosamente, fue criticado por Jean Mitry, dado que no coincidían en la metodología semiótica con la que pensaban ambos debía abordarse el lenguaje del cine.
También durante la segunda mitad del siglo XX se desarrolló otro enfoque teórico que, si bien aceptaba parcialmente todas las propuestas de análisis ensayadas con anterioridad, abordaba un nuevo aspecto, el relacionado con el género femenino (y el género en general) y tratamiento, que veremos en la siguiente publicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario