Ya en este blog he tocado el tema, muy interesante y poco conocido, de la computación cuántica y sus proyecciones (ver https://ciberestetica.blogspot.com/2015/07/computacion-cuantica.html). Hace unos tres años, en 2019, un equipo de investigadores de la empresa de tecnología Google, alcanzar una "supremacía cuántica", venciendo a los supercomputadores más grandes del planeta con un ordenador cuántico, en rapidez y volumen de información. Más aún, la diferencia de tiempos en las operaciones resultaba sencillamente apabullante: unos pocos minutos frente a cientos de años necesarios para realizar el mismo cálculo con un ordenador tradicional. Dado el impacto que se produjo, se trató de explicar al público no especializado en qué consistía realmente el logro de Google y qué eran esos misteriosos ordenadores cuánticos que se habían utilizado para conseguirlo.
Pues bien, al final muchas de las cosas que se afirmaron y se especularon, resultaron medias verdades y especulaciones que no se correspondían con el verdadero logro de la empresa. La mayor parte de las explicaciones dadas sembraron más dudas que las que consiguieron aclarar. En algunos artículos de divulgación sobre computación cuántica es habitual encontrar una serie de analogías e imágenes recurrentes que no se corresponden con la realidad y que contribuyen a crear falsos mitos alrededor de las verdaderas capacidades de los ordenadores cuánticos. Una de las más repetidas es aquella de que "un ordenador cuántico encuentra la solución a un problema probando simultáneamente todas las opciones posibles". Esta explicación, por ejemplo, simplifica en demasía el funcionamiento de los computadores cuánticos. Parece dotarlos de fantásticos superpoderes mediante los que completar cualquier cálculo es cuestión de pulsar un botón y esperar unos pocos segundos. Obviamente no es así.
Es verdad que una de las principales propiedades en las que se apoyan los algoritmos cuánticos es la superposición, conocida (y curiosa) tendencia de ciertos sistemas físicos a encontrarse en una combinación de varios estados distintos, pero esa es únicamente una parte, y bastante pequeña, de toda la historia. Para entender mejor el funcionamiento de una computadora cuántica hay que revisar algunas realidades físicas y matemáticas que aún siendo complejas, pueden entenderse sin llegar a forjar mitos o confusas explicaciones, cosa que veremos en la siguiente publicación. Sobre algunas cosas en ese sentido hablé también en anteriores posts:
https://ciberestetica.blogspot.com/2016/07/cuanlanzamiento-1.html
https://ciberestetica.blogspot.com/2016/07/cuanlanzamiento-y-2.html
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