En la entrada anterior vimos que, en pocas palabras, un epifenómeno es un efecto o fenómeno secundario que surge de un proceso primario, pero que no tiene capacidad para influir o causar efectos sobre el proceso que lo generó. Podemos decir que es como un "subproducto" o una "sombra" de algo más fundamental. El concepto de epifenómeno o la doctrina del epifenomenalismo ha sido abordado por varios filósofos, especialmente en la filosofía de la mente.
El epifenomenalismo sostiene que los fenómenos mentales (como la conciencia, los sentimientos o los pensamientos) son productos o subproductos de procesos físicos (especialmente cerebrales), pero no tienen poder causal sobre el mundo físico ni sobre otros estados mentales. Son, por así decirlo, efectos colaterales.
Una analogía clásica es la de la sombra y el caminante. El proceso primario, una persona caminando. El epifenómeno, su sombra. La sombra es el resultado de que ese hombre camine y la luz le ilumine. Si él se mueve, la sombra se mueve. Si se detiene, la sombra se detiene. La sombra es completamente dependiente de sus acciones. Sin embargo, la sombra no puede hacer que la persona camine o se detenga. No tiene ningún poder causal sobre el caminante. Es un mero efecto secundario, un "subproducto" de su propio caminar.
Podemos señalar algunas características especiales de un Epifenómeno. Es causalmente inerte, es decir, no puede causar nada por sí mismo. Por consecuencia, es dependiente. Su existencia depende totalmente del proceso primario. Y es un subproducto que emerge como una consecuencia, no como una causa. Dado que este concepto relaciona procesos mentales, perceptivos y filosóficos, son varios pensadores ligados a estas disciplinas los que han desarrollado esta línea de razonamiento.
Algunos de los filósofos y pensadores más asociados con esta tesis son Thomas Henry Huxley (1825-1895), a quien se le considera uno de los principales defensores históricos del epifenomenalismo. Thomas Hobbes (1588-1679), que si bien es cronológicamente anterior, se le menciona como un precursor o alguien cuyas ideas materialistas se alinean con la base del epifenomenalismo. Charlie Dunbar Broad (C. D. Broad) (1887-1971), el filósofo británico que también discutió y sostuvo la tesis epifenomenalista. Alfred Jules Ayer (A. J. Ayer) (1910-1989), otro filósofo que ha sostenido o analizado detalladamente el epifenomenalismo. Frank Jackson, pensador contemporáneo que es conocido por su postura que implica un tipo de epifenomenalismo respecto a los qualia (cualidades subjetivas de las experiencias).
Otros pensadores que han tocado el tema, a veces para defenderlo y otras para criticarlo, son William James, George Santayana, Friedrich Nietzsche, y en debates contemporáneos David Chalmers al discutir el "problema difícil de la conciencia". Vale la pena también destacar al filósofo alemán Hugo Münsterberg, cuyas ideas veremos en la próxima publicación, para continuar con el tema de la epifenomenología y la fenomenología.

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