El español Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) es uno de los más importantes pintores de todos los tiempos. Un genio en toda la expresión de la palabra, realizó en su extensa vida centenares de cuadros, litografías, esculturas y objetos de arte que por su innovación, originalidad y atrevimiento son hitos en las artes contemporáneas. Hablar de Picasso es hablar del Rosa y del Azul, del Cubismo, del Collage, del Guernica, y de las Demoiselles d'Avignon.
Muchas cosas interesantes hay alrededor de este cuadro de 243,9 cm × 233,7 cm expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la primera de ellas el nombre, puesto que no son señoritas de Aviñon (ciudad francesa), sino de Avinyó, calle de Barcelona. Otra es que cuando Picasso la planteó tenía 7 personajes, las 5 mujeres y 2 hombres a los costados, que luego eliminó. Está llena de novedades: la incorporacion de la geometría al cuerpo, la distribución de las figuras dislocadas, las caras con sus referencias al arte africano, las telas apenas sugeridas, el espacio plano, la adición de una naturaleza muerta y el tema desafiante: cinco prostitutas de un burdel en Barcelona.
Todo descompuesto en planos angulosos, con colores muy intensos, y sin volumen. De un solo golpe, Picasso acabó aquí con el concepto de espacio pictórico desarrollado desde el Renacimiento. Incorpora la percecpión temporal a la imagen, puesto que pueden verse las figuras deformadas por la visión instantanea en momentos diferentes, lo cual coincide con las teorías físicas que se exponían en ese entonces, particularmente la Relatividad de Albert Einstein formulada en 1905. Es una obra revolucionaria, que costó algunos años en ser comprendida, pero que luego transformó la concepción del arte moderno, siendo hoy un punto de inflexión que aún nos afecta.
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