Entre los meses de febrero y marzo de 2022, las redes sociales, y en especial las de videos Tik Tok y YouTube, han registrado al personaje animado Frailejón Ernesto Pérez como un fenómeno que se ha vuelto viral. Es muy curioso, porque es un dibujo creado en Colombia en 2015 como parte del programa de televisión de Señal Colombia, Cuentitos Mágicos, y que recién en 2018 tuvo su propia canción, con la que ha ido logrando cada vez mayor alcance. Si bien es cierto el personaje animado es hasta ahora un fenómeno nacional de internet en su país, poco a poco va alcanzando también a un público mayor en Latinoamérica.
La pegajosa música de dos acordes compuesta por Carlos Correa, quien a la vez presta su voz a la nueva estrella de TikTok, está acompañada de varios videos que combinan animación 2D con 3D, cuyos contenidos están enfocados hacia el ambientalismo y a la preservación y uso racional del agua y recursos naturales. En esa red social de videos breves, el Frailejón Ernesto Pérez ya se acerca el millón y medio de reproducciones y cuenta incluso con su propio filtro; su influencia ha logrado llegar a otras plataformas como Facebook e Instagram, en donde a diario se sigue compartiendo su imagen, la canción y su importante mensaje sobre el poder de la planta más representativa de los páramos andinos, la cual tiene más de 2.5 millones de años y 139 especies, de las cuales, según el Instituto Humboldt, 91 de ellas se encuentran en Colombia y otras tantas en Venezuela, que comparten esa biodiversidad.
Como todo superhéroe, Ernesto Pérez tiene una misión: enseñarles a todas las personas a cuidar el planeta, valiéndose de sus poderes para crear agua y controlarla, sus múltiples ojos para poder observar qué está pasando y quién contamina el ambiente. También brinda consejos sobre cómo, desde el hogar, es posible contribuir con la conservación de los páramos, bosques, selvas y demás ecosistemas. De acuerdo al mismo Carlos Correa, parte de la acogida que ha logrado encontrar en niños y en padres que, aún sin ver el programa, han empatizado con la caricatura, se debe a los sonidos utilizados en la música: sonidos infantiles de campanas, maracas, xilófonos e instrumentos estridentes para llamar la atención de los niños de 3 a 5 años. La mezcla de esos elementos funcionó y se potenció gracias a las redes sociales, que responden a los contenidos con música replicable. Por esto, el personaje ha sido confirmado como "influenciador ambiental" y es reconocido como elemento importante en el campo de la preservación y cuidado de la naturaleza.
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