Desde mediados del siglo pasado algunos biólogos y científicos han propuesto la idea de que algunas especies de animales inteligentes pueden crear formas de cultura distintas a las humanas. Esto sería aplicable a grupos de simios, delfines y cetáceos. En al caso de los perros y gatos, la dependencia y proximidad con el hombre afectaría esa capacidad de crear cultura, pero en algunos grupos de perros y lobos salvajes esta sí estaría presente.
Como ejemplo se señalan actividades de co-relación entre miembros de clanes que son distintas a las que muestran ejemplares aislados o en otros grupos sociales. Gorilas que actúan de cierta forma en clanes diferentes, en reacciones que no parecen naturales o instintivas sino aprendidas o "heredadas". Donde esto parece más notable es el los mamíferos marinos. El neuro-científico Jaak Panksepp señala que estudiando los cerebros de las ballenas se pueden hallar reacciones que demuestran sentimientos y estados de conciencia que van más allá de los simplemente instintivo. La doctora Lori Marino de la Universidad Emory en Atlanta, que ha hecho estudios neurobiológicos en varias especies de cetáceos, ha descubierto que la relación tamaño cerebro-cuerpo de las ballenas es casi igual a la del hombre y que además tiene muchas estructuras trenzadas y complejas circunvoluciones, lo cual hace que su proceso de pensamiento sea complejo.
Nadie duda de la inteligencia de los grandes mamíferos, pero el tema se complica cuando se habla de una cultura no-humana. El biólogo marino canadiense Hal Whitehead lleva años estudiando a los cachalotes en sus ambientes, y ha determinado que cada familia, grupo o clan de esta especie (de entre 6 y 15 ejemplares) tiene ciertas conductas y patrones de comportamiento y de relaciones intergrupales diferentes, que parecen más bien aprendidas o heredadas que intuitivas. Chasquidos y sonidos, movimientos, formas de cazar, son ligeramente diferentes entre familias de la misma especie en lugares distintos del océano. Señala Whitehead que esas son formas diferenciadas de relaciones, que deben ser consideradas como culturas tribales.
Por supuesto que estas propuestas son polémicas, y tienen sus detractores en los campos sociológicos, sobre todo porque el asunto es entonces establecer qué es la cultura, así como la definición de lo que es comunicación. Si por principio estos son fenómenos humanos, sólo por extrapolación se puede aplicar a los animales, pero no se puede hablar con propiedad de una "cultura animal". Sin embargo en 2012 un grupo de científicos presentaron una "Declaración Abierta de Derechos de los Cetáceos" en el Congreso Mundial para el Avance de la Ciencia en Vancouver. ¿Son estos principios éticos? ¿Se puede realmente hablar de estos derechos desde un punto de vista formal? Nada está finalmente dicho aún al respecto...
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