Se conoce como "Constructivismo" al movimiento artístico surgido en la Rusia de la primera década de 1900, que se consolidó en los primeros años de la Revolución Soviética, y que muy pronto, bajo otras denominaciones y aproximaciones, se presentó como otras manifestaciones europeas: suprematismo, neoplasticismo, abstraccionismo geométrico y el conocido De Stijl de Piet Mondrian y Theo Van Doesburg. Básicamente, el constructivismo consiste en una expresión plástica basada en la geometría, en lo abstracto, en la coloración explícita y en la falta de expresión implícita. Muchos artistas, incluyendo arquitectos y escultores, se identificaron con esta tendencia: Vladímir Tatlin, Aleksandr Ródchenko, Naum Gabo, Antoine Pevsner, Kazimir Malévich, y muchos otros durante las décadas de 1930 y 1940. Ciertamente, en sus orígenes el constructivismo se ligó políticamente a la Revolución Bolchevique, pero luego fue ampliando su espectro conceptual hasta abarcar otras ideologías.
La creación abstracta, basada en la "construcción", en la geometría y el uso del color como expresión, ha seguido estando presente en el arte, y a todo lo largo del siglo XX se han producido nuevas formas de constructivismo. Eso es lo que se llama neo-constructivismo, una nueva interpretación de los principios conceptuales expuestos en aquel movimiento originario, sobre todo en la presentación abstracta de las formas. Hoy, a más de 100 años de aquella innovación, seguimos teniendo arte neo-constructivista, que además se difunde a través de la Web, integrando todo tipo de técnicas y estilos. Es una estética muy válida, que continúa manifestándose en todo el mundo.
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Flavia Rainone
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Eduardo Orozco
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Daniel Augusto Chiesa
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Lygia Clark |
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Michael Sprengler |
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