miércoles, 5 de noviembre de 2025

Epifenómenos, fenomenología, percepción e inteligencia artificial (4)

Continuando con el tema de las publicaciones anteriores, vamos a ver la relación entre epifenomenología y fenomenología. Es importante entonces conocer más sobre los epifenómenos y su relación con la percepción, clave para luego entender la fenomenología. La relación entre la percepción y los epifenómenos es ciertamente enredada y toca el corazón del debate sobre la conciencia. Podemos abordarla desde dos perspectivas fundamentales y opuestas.

La primera perspectiva es ver la Percepción COMO Epifenómeno (es la óptica que podemos llamar  materialista/epifenomenalista). Según esta visión, que es la más asociada directamente con el término, la percepción consciente (el "darse cuenta") es un epifenómeno de la actividad cerebral. Imaginemos al cerebro procesando información. Hay un proceso primario: la luz entra en los ojos, se convierte en señales eléctricas que viajan a través del nervio óptico y se procesan en varias áreas visuales del cerebro. Este realiza complejos cálculos para detectar bordes, colores, movimiento y, finalmente, reconocer un objeto, digamos, una manzana roja. Todo esto ocurre de forma no consciente. Pero por otro lado, está el epifenómeno, la experiencia subjetiva de ver el rojo, la sensación de redondez, el reconocimiento consciente de "esto es una manzana"... eso es el epifenómeno. Es el "humo" que sale de la "máquina" cerebral. Según esta teoría, el procesamiento cerebral no consciente es lo que causa las acciones (por ejemplo, extender la mano para agarrar la manzana). La percepción consciente de la manzana surge en paralelo, pero no es la causa de que se extienda la mano. Es como la sombra del proceso real. En resumen, vemos porque nuestro cerebro ha procesado la información, no al revés. La percepción es el resultado, no la causa.

La perspectiva segunda dice que la Percepción NO es un Epifenómeno (son visiones alternativas). Muchos filósofos y científicos encuentran problemática la primera perspectiva, porque parece contradecir nuestra experiencia directa. Surgen entonces otras teorías:

A. La percepción es Causal (No es un epifenómeno). Esta es la visión del sentido común. Nuestra percepción consciente sí influye en nuestras decisiones y acciones. Ejemplo: percibes el semáforo en rojo (experiencia consciente) y esta percepción causa que decidas conscientemente pisar el freno. Aquí, la percepción no es un subproducto inútil, sino una parte integral y causal de la cadena de eventos.

B. La percepción es un Proceso Activo (No es un epifenómeno pasivo). La neurociencia moderna muestra que la percepción no es como una cámara que graba pasivamente. El cerebro construye activamente lo que percibimos, usando expectativas, memoria y contexto. Ejemplo: un médico y un lego ven la misma radiografía, pero "perciben" cosas diferentes porque sus cerebros interpretan activamente los datos sensoriales basándose en conocimiento previo. En este caso, la percepción es un proceso dinámico y fundamental del cerebro, no un mero efecto secundario.

C. Teorías de la Cognición Corporalizada (Embodied Cognition). Esta visión va más allá. Afirma que la percepción no ocurre solo en el cerebro, sino que surge de la interacción activa del cuerpo con su entorno. Ejemplo: no percibes una silla solo como una imagen, sino en términos de su "sentarse-abilidad" (affordance). La percepción está ligada a la acción potencial. Aquí, la percepción es tan central para la función y la supervivencia que es imposible considerarla un mero epifenómeno inútil.

En resumen, podemos decir que la relación es un dilema filosófico-científico central. Si la percepción ES un epifenómeno, entonces nuestra rica vida interior consciente es una especie de "ilusión gloriosa", un acompañamiento inútil pero fascinante de los procesos cerebrales físicos. Si la percepción NO es un epifenómeno: Entonces la conciencia y la experiencia subjetiva son fuerzas reales y causales en el mundo, y cualquier teoría completa del cerebro y la mente debe explicar cómo surge y cómo ejerce esa causalidad. La neurociencia actual tiende a mostrar que la percepción consciente es más que un epifenómeno pasivo, pero el debate sobre exactamente cómo ejerce su influencia está lejos de estar cerrado. Seguiremos en la próxima publicación desarrollando estos temas. 



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