El tema del cine, sus lenguas y lenguajes, ya ha sido tratado con anterioridad en este blog. Pero es un asunto que no se agota, porque hay tantas visiones al respecto, que sigue siendo motivo de estudio. En el entendido de que semiótica es, como afirma Pierre Guiraud, la ciencia que estudia los sistemas de signos, y éstos son estímulos o sustancias sensibles que asociamos a otros estímulos, que evocan el sentido original de una idea u objeto, es posible establecer un análisis semiótico del cine como lenguaje y como interacción de signos de todo tipo.
Emilio Garroni señala que en el cine se dan dos formas de lenguaje, el visual y el acústico, y en ambos casos tenemos dos variantes: visual estático (la fotografía) y visual dinámico (el movimiento); y acústico verbal (los diálogos y las palabras) y el acústico sonoro (sonidos y música). Para explicar esto recurre a los postulados de Louis Hjelmslev, y afirma que en el cine se da una semiótica denotativa y una semiótica connotativa. En este sentido, también hace alusión a las ideas de Roland Barthes sobre retórica de la imagen.
La semiótica denotativa se aplica en el cine, tanto al componente visual como al acústico. Los sonidos y las imágenes que representan lo que está directamente evocado (rostros, paisajes, acciones, ruidos, efectos sonoros) son denotativos. Es decir, hay una relación evidente entre lo que el signo dice o representa y su objeto. En la semiótica connotativa, el plano de expresión tiene un contenido que no es directo, sino que puede ser intuitivo, indirecto, interpretable o, como afirma Barthes, obtuso, en contraposición con el signifacado obvio del signo percibido.
En realidad no puede hablarse de dos tipos de semiótica en el cine (porque la semiótica es una sola) sino dos formas de analizar los elementos sígnicos desde el punto de vista de sus significados y valores. Inclusive se puede analizar el signo como símbolo, entendiendo éste como elemento de comunicación cargado de contenidos. La complejidad del cine como medio de expresión (arte o comunicación), permite todas estas aproximaciones analíticas, que confirman la afirmación de Christian Metz de que el cine no es solamente una lengua con un sistema de signos para la intercomunicación, sino es un lenguaje sin gramática, que combina y organiza imágenes, trazos gráficos, palabras y sonido. El film, es la forma de manifestación de este sistema semiótico.
El cine utiliza códigos-mensaje, destaca Metz, como por ejemplo los movimientos de cámara, el flash-back, el claroscuro, los símbolos, los sonidos y los tipos de montaje. Algunos códigos son comunes a todas las películas, otros pertenecen a un género, e incluso los hay propios de un autor. Los códigos se relacionan en un conjunto, en un texto, en una secuencia, en una película o en un grupo de películas, de tal modo que pueden sentirse y leerse como un todo. Todo ello dentro de un campo de contexto cultural. Esta es, finalmente, su interpretación semiológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario