Como ya he mencionado en este blog, la definición de estética y sus espacios conceptuales y de aplicación son muchos y diversos. La ciberestética es la estética de lo digital en el ciberespacio, pero hay varias formas de entender lo que es estética en general. De hecho hay un campo donde ésta es entendida de una manera propia: en la creación industrial.
El diseño industrial se define como la actividad aplicada, creativa y técnica, que consiste en idear un objeto para que sea producido en serie por medios industriales, y que reúna las mejores condiciones funcionales y estéticas. Se entiende en este caso, estética, como las manifestaciones sensibles que motivan una inspiración y gusto, mientras delimitan las características identificables de ese objeto funcional. En este campo se entiende que lo estético es el lugar donde los hombres se encuentran, conviven y superan, en busca de una felicidad tangible. Es un factor inspirador en las obras creativas y que complementan al cálculo, al análisis y al pensamiento práctico de todo producto industrial.
Todo proyecto de diseño incorpora elementos visuales, táctiles, sensoriales y utilitarios que conjugan una estética, un estilo y una identidad. La estética industrial nace de una conjugación intelectual entre técnica y filosofía, que aporta al utilitarismo un factor de bienestar espiritual de progreso y cierta forma de felicidad. Así, el proceso creativo del diseño hay que entenderlo entonces como la suma de raciocinio e intuición, bajo un concepto de satisfacción de necesidades tanto de uso como de gusto y placer.
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