En la publicación anterior comencé a escribir sobre un texto de la profesora brasileña en la Universidad Católica de San Pablo, Lucía Santaella, titulado La estética semiótica de C.S. Peirce, de 2006, en el que estudia distintas visiones respecto al abordaje que hace este filósofo estadounidense al tema de la semiótica, visto por distintos estudiosos teóricos. Ella observa, como se explicó ayer, dos tendencias, y destaca en particular a algunos de estos autores.
Lucía Santaella destaca, además de a Oliver Hocutt, que ya vimos, a C.M. Smith, a J. Jay Zeman, a E.E. Kaelin y a Kim Smith, como exponentes de lo que ella ve como una aproximación atractiva al establecimiento de una teoría estética semiótica que ha podido definir Charles Sanders Peirce, según sus propuestas filosóficas, pero que no son totalmente fieles a su pensamiento. Respecto a todas estas aproximaciones dice Santaella:
"La característica común de todos los textos arriba mencionados está en la ausencia de cualquier mención a la semiótica filosófica y al papel por ella ejercido tanto en la constitución de las ciencias normativas, como en la redefinición del pragmatismo peirceano. Consecuentemente, queda también mal entendido, por todos ellos, el modo muy particular como la estética se concibe como ciencia. Revelando un desconocimiento casi completo de la clasificación peirceana de las ciencias y del sentido que la palabra "normativa" adquirió en ese contexto, algunos comentadores C.M. Smith y Kaelin, por ejemplo, llegan a afirmar que Peirce concebía la estética como ciencia exacta".
Por otra parte, la autora agrupa a otra serie de teóricos que ven la idea estética en Peirce como parte de una disciplina filosófica integrada a las ciencias normativas -estética, ética y lógica-, y que responden más a los conceptos peirceanos, sin tampoco lograr un corpus definitivo. Sobre esta segunda posición hablaremos en la siguiente publicación.
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