El concepto de "Algoritmos de la Discordia" (o "Algorithms of Discord" en inglés) se refiere a un fenómeno documentado por investigaciones internas de redes sociales como Meta (Facebook) y que se utiliza para describir los algoritmos de las redes sociales y otras plataformas digitales que, intencionalmente o no, contribuyen a la polarización social, política e ideológica y a la difusión de la desinformación. No es un tipo de algoritmo específico, sino una consecuencia no intencionada de cómo funcionan los algoritmos de recomendación.
Estos algoritmos están diseñados principalmente para maximizar la interacción y el tiempo de permanencia del usuario. A menudo, esto lleva a que el contenido más extremo, provocador o sensacionalista (el que genera más indignación, miedo o ira) tenga un mayor alcance, amplificando así las diferencias y la "discordia" entre grupos de personas. En esencia, describe cómo los algoritmos que priorizan el engagement (la interacción de los usuarios: me gusta, comentarios, compartir, tiempo en pantalla) pueden, de forma involuntaria, amplificar y promover contenido polarizante, sensacionalista y desinformativo.
El proceso suele ser el siguiente: el algoritmo tiene un objetivo, cuya meta principal es mantener a los usuarios en la plataforma el mayor tiempo posible. Para lograrlo, les muestra contenido con el que es más probable que interactúen. Psicológicamente, los humanos prestamos más atención a contenidos que nos generan emociones intensas, como la indignación, el enojo, el miedo o la sorpresa. Este tipo de contenido suele generar más compromiso que una noticia neutral o un hecho comprobado.
Esto genera un fenómeno de ampliación; el algoritmo, al detectar que un contenido polémico o divisivo genera muchas reacciones y comentarios, lo interpreta como "muy popular" o "de alta calidad" para sus métricas. Por lo tanto, lo promociona y lo muestra a más y más personas en sus feeds o secciones de "recomendados". Esto crea un efecto burbuja que lleva a un ciclo de retroalimentación. Los usuarios ven principalmente contenido que confirma y exagera sus puntos de vista, llevándolos a posturas más extremas. Las comunidades se fragmentan y se hace más difícil encontrar un terreno común.
Todo ese conjunto de fenómenos van moldeando situaciones, opiniones y sistemas de relaciones y controversias, que se acentúan impulsados por la misma programación. En la siguiente publicación las características y consecuencias de este proceso cibersocial.

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