Del libro del filósofo estadounidense Jonathan Dancy, Introducción a la epistemología contemporánea (1985), extraigo las partes que se corresponden a su propuesta de una filosofía de la percepción que se basa en una clasificación de las formas de percepción, tal como se señaló en la publicación anterior. Si bien habla de tres tipos, hace un mapa con hasta seis subtipos diferentes. Dancy habla de Realismo Directo, Realismo Indirecto y Fenomenalismo.
El Realismo Directo considera que en la percepción sensorial captamos de un modo directo la existencia del mundo físico circundante. Es decir, se percibe el carácter directo de los objetos reales, y se retienen sus propiedades, que persisten aún dejemos de percibirlos. Esto significa que las cosas tienen todas sus características sensoriales aún cuando no podamos percibir el objeto. Las cosas son azules, frías o pesadas, no obstante no estén en nuestra presencia.
Esta posición filosófica tiene dos vertientes; una ingenua, que asume una actitud simple y directa en la comprensión de los real. La naturaleza es como es, sin importar nuestra percepción. La vertiente científica apela a la comprensión intelectual de la realidad. Por lógica, las cosas son como las percibimos, y eso no puede cambiar aunque no estemos en su presencia. Sin embargo, aquí se planeta un problema. Un color es tal color, en función de la luz, sombra y condición en que se nos presenta. Igual sucede con la temperatura, e incluso con las texturas. Algo puede ser suave o rugoso, desde puntos de vista relativos. Siendo así, destaca Dancy, esta filosofía debe superar ese relativismo. Lo obvio no parece ser tan obvio
En esa dirección, se plantea una segunda posición, la del Realismo Indirecto, que veremos en la próxima publicación.
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