Tal como se vio en la publicación anterior, según el profesor británico Jonathan Dancy, hay tres formas de abordar filosóficamente el tema de la percepción aplicada a la epistemología: el Realismo Directo, el Indirecto y el fenomenalismo. El realismo directo, ya vimos, es aquel que afirma que en la percepción sensorial captamos de un modo directo la existencia del mundo físico circundante. Por su parte, el indirecto acepta de alguna manera que la percepción es directa, pero no retiene aquellas propiedades de los objetos que son subjetivas.
El Realismo Indirecto mantiene que en la percepción aprehendemos de un modo indirecto los objetos físicos que nos rodean en virtud de de la aprehensión directa de objetos interno, no físicos. Eso significa que una vez que conocemos un objeto lo internalizamos, y podemos saber de él de manera indirecta. Claro, esto implica un factor subjetivo, que se materializa en las dos formas de Realismo Indirecto, tal como para con el Realismo Directo. Hay una vertiente ingenua y una científica.
Dancy señala que, como en el caso anterior, el realismo Ingenuo mantiene que el objeto indirecto tiene las mismas propiedades de los mismos tipos que el objeto directo. Es decir, se asume que todo objeto aunque no esté presente, tendrá las mismas características que todo objeto de su mismo tipo. En cambio el realismo Científico afirma que los objetos sólo mantienen las propiedades primarias (como forma o tamaño), en tanto las secundarias (color, sabor, temperatura) son siempre relativas.
Esta posición trata de ser más racional, aceptando que las percepciones son subjetivas. Por último, el autor de Introducción a la epistemología contemporánea (1985) defina una tercera forma de análisis de las percepción, que es el fenomenológico, que veremos en la siguiente publicación.
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