Un nuevo dispositivo creado este año 2014 por ingenieros de la Universidad de Washington en San Luis, EE.UU. es capaz de llegar a cien mil millones de fotogramas por segundo, y ellos aseguran que esta tecnología avanza en la velocidad de fotogramas de imágenes en órdenes de magnitud muy superiores a las registradas por ninguna técnica de imagen ultrarrápida actual.
Hasta ahora se estaba trabajando por el almacenamiento en el chip y la velocidad de lectura electrónica para operar a unos 100 millones de fotogramas por segundo. Por su parte investigadores japoneses han desarrollado lo que se ha descrito como la cámara más rápida del mundo. Un foto-dispositivo con un intervalo de fotogramas de 4,4 billones de cuadros por segundo (4.400.000.000.000), que está en fase experimental en esete año. Este equipo describe cómo funciona su cámara, sus posibilidades y el amplio trabajo que supuso su creación.
Las cámaras de alta velocidad permiten a los investigadores —y la gente común— ver cosas que no iban a ser capaces de observar sin la aplicación de procesos mecánicos. Los científicos han creado este aparato para estudiar reacciones químicas. Sin embargo, su uso podrá extenderse a otros ámbitos, como su instalación en hererramientas de corte con láser que se usan, por ejemplo, en medicina.
Hasta ahora, las cámaras más rápidas se basaban en lo que se conoce como una «bomba-sonda», un proceso donde la luz es «bombardeada» sobre un objeto a fotografiar, y luego «sondeada» para la absorción. El principal inconveniente de este enfoque es que requiere mediciones repetitivas para construir una imagen. Los científicos han explicado que la cámara está configurada para capturar imágenes de cosas y eventos que antes era imposible de registrar. Con esta tecnología, que sus creadores han llamado 'Stamp'(Sequentially timed all-optical mapping photography), la cámara (que es bastante grande, tanto como un horno de cocina) está lista para ser utilizada en capturas de reacciones químicas, ondas vibracionales de celosía, dinámica del plasma e, incluso, la conducción de calor.
Pero ya hay cámaras rápidas portátiles a la venta en los grandes mercados del mundo, que aunque no llegan a las resoluciones asombrosas antes descritas, sí permiten la captura de imágenes y de movimientos con una nitidez y claridad nunca antes lograda.
Excelente, aunque me gusta la evolución de la era digital en la fotografía, pienso que se debe preservar un poco el conocimiento analógico porque es la base madre y tiene su encanto.
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