Una de las características que destaca Kevin Roberts en su planteamiento de Sight, Sound and Motion en relación con las pantallas y la comunicación es el de la conexión. Su postulado número nueve dice "La pantalla está conectada". Hoy en día todas las interfaces están conectadas, bien sea cableadas, bien sea a control remoto, bien sea a distancia, bien sea wireless. Ahora predominan las conexiones: la mayoría de nuestros sistemas de comunicación están interconectados.
Hay redes de todo tipo, leemos en el celular lo que nos envían por correo, vemos en la laptop los programas de televisión, oímos en la tableta la música que bajamos vía web, en fin, las pantallas forman parte de un intrincado sistema de relaciones que nos permiten estar conectados entre todos y con todo. Roberts destaca también un hecho curioso: la proliferación de los controles remotos. El mando a distancia es una muestra de la necesidad que tenemos de controlar nuestras conexiones.
Finalmente vamos a tener un ecosistema de medios en la casa, en la oficina, en la escuela; visión, sonido, movimiento interconectados, con pantallas omnipresentes, de todas las escalas, que generará tal vez una seducción pero también una situación abrumadora. Las pantallas por sí solas no aportan experiencias, salvo básicamente sensoriales. Es el contenido el que ha de terminar configurando nuestro universo multimodal de comunicación y percepción.
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