No hay duda de que una combinación de transformaciones digitales acelerada, máquinas que aprenden de manera autónoma con datos y una elevada integración económica internacional están provocando una revolución económica y cultural sin precedentes. El desarrollo de lo digital genera una afectación en trabajos calificados en la industria y en muchos servicios de alto valor. La tecnología y la digitalización han permitido una globalización (o "deslocalización") de actividades productivas y creativas, que destruyen empleos en países tradicionalmente avanzados y se pasan a los llamados emergentes. Y esto no es ciencia ficción, porque no se trata sólo de trabajo mecánico.
El especialista en temas económicos y sociales estadounidense, Richard Baldwin, describe esta realidad como Globotics Upheaval, que es la combinación de la globalización con robots capaces de sustituir un elevado número de tareas realizadas hasta ahora por personas. Esto afecta a toda forma de mano de obra, y prefigura maneras nuevas de trabajo y empleo. El futuro laboral será seguramente muy diferente del presente que tenemos hoy. Las implicaciones de estos cambios sobre el bienestar personal, la creación de prosperidad para todos, la sostenibilidad del sistema de prestaciones sociales y la competitividad de las empresas son enormes. Es necesario que gobiernos, empresas, universidades, centros educativos y agentes sociales trabajen conjuntamente para afrontar este reto. Las máquinas están prestas a sustituir al hombre en sus actividades creativas y productivas, por lo que es necesario enfocar esta realidad desde nuevas perspectivas.
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