Ya en este blog, y como parte del tema que concierne a la cibercultura, he hablado sobre la internet de las cosas y cómo las conexiones permanentes están cambiando nuestras forma de vida y de comunicaciones. Dentro de ese campo se desarrolla lo que se ha llamado "domótica", esto es, aquellos sistemas capaces de automatizar una vivienda o edificación de cualquier tipo. Hoy es posible controlar artefactos y dispositivos hogareños a distancia, vía internet.
Un caso especial es el del cuidado y vigilancia de las casas. Existe la opción de instalar un sistema de vigilancia domotizado. Estos dispositivos se conectan al router de la casa de forma que el usuario pueda conectarse remotamente y recibir videos, imágenes, activar alarmas e incluso hablar con quien se encuentre en casa. Estos sistemas funcionan por suscripción y son permanentes.
Pero es sistema domótico permite también algo más que vigilancia. Puede servir también de alarma, de prevención, y de comodidad. También puede aportar servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar. Se podría definir como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado.
El término domótica viene de la unión de las palabras domus (que significa casa en latín) y autónomo (del griego, “que se gobierna a sí mismo”). A fin de cuentas, la idea es lograr una forma de confort y seguridad que incluyan todas las actuaciones que se puedan llevar a cabo para mejoren la comodidad en una vivienda. Dichas actuaciones pueden ser de carácter tanto pasivo, como activo o mixtas. Una sorprendente forma de usar el espacio digital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario