jueves, 16 de diciembre de 2021

La belleza, la primera de las cinco ideas en la estética griega

En la publicación anterior destaqué los que se consideran los cinco conceptos fundamentales en la idea de estética griega: el de belleza, el de experiencia estética, el de arte, el de creación artística y el concepto de mímesis: En estas siguientes entradas me referiré brevemente a cada una de ellas. 

El primer concepto es el de la belleza misma, probablemente el más complejo, y para hacer referencia a esta idea los griegos utilizaron fundamentalmente la palabra "Kalón" y "To Kalón", que si bien se ha traducido como "Lo bello", tiene un origen  que no está en relación directa como lo que hoy entendemos como belleza, `porque desde la antigüedad se le asoció a distintas ideas: armonía, simetría y ritmo, aunque también al gusto. Este término, Kalón", que asociamos a lo bello tuvo, durante la antigüedad, un sentido distinto al actual, pues era mucho más amplio. Comprendía no sólo cualidades estéticas, sino también cualidades morales. De manera general, Kalón puede entenderse como "todo aquello que gusta, que atrae o despierta admiración, pero también lo que es justo o lo que es bueno". Sólo de esta forma podemos entender cómo un filósofo como Platón llegó a identificar la belleza con el bien y la verdad, considerándolos los máximos valores humanos.

En ocasiones, de este concepto de belleza amplio y general empleado corrientemente por los griegos, se formó un concepto de belleza más limitado. Es el caso de los sofistas que en el siglo V a.C. pondrán límites al concepto original, definiendo la belleza estética como "aquello que produce placer por medio de la vista o el oído". Esta definición es una manifestación estética del hedonismo y del sensualismo que predicaban los sofistas. El objetivo de esta definición era limitar el concepto tradicional de belleza (Kalón), formular un concepto más reducido. Los sofistas pretendían independizar la belleza estética, ya que en la definición no se hace referencia a la belleza moral. Sin embargo, esta definición no se impuso y siguió prevaleciendo el concepto más amplio de belleza, que sería mucho más adelante limitado por otras corrientes del pensamiento clásico, que pasando por Sócrates y Aristóteles identificaron lo bello con lo que produce emoción y placer, bien sea por su semejanza por lo natural o por su conjunto: proporciones y atributos. 

Esas idas de belleza pasaron por muchos otras revisiones, aunque no se puede dar ninguna como definitiva. Más aún, lo bello se relaciona también con lo que podemos llamar experiencia estética, que veremos en el siguiente post de este blog.   

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