miércoles, 8 de junio de 2022

Metz y la semiótica del cine (2)

Christian Metz (1931-1993), semiólogo, sociólogo y teórico cinematográfico francés, aplicó las teorías del signo al análisis del cine, en una forma nueva y a veces polémica. En su libro de 1971, Lenguaje y Cine, y luego en Psicoanálisis y cine: el significante imaginario, de 1977, aborda el estudio del film desde una perspectiva semiótica, primero discutiendo si el cine implica el uso de un lenguaje y después si hay una visión psicoanalítica del significado en el film. 

Ya vimos que sobre la base de esa aproximación, él define cinco "canales" de información a través de los cuales  prestamos atención al mensaje cuando se mira una película: las imágenes, los trazos gráficos, el lenguaje hablado y grabado, la música grabada y los ruidos y efectos de sonido. Con esto Metz entiende que el cine es un arte que no es solo imágenes y sonido sino que es una suma de elementos con significados. Ello implica un equilibrio semántico entre todos esos canales. Eso le lleva a pensar si es el cine un medio o un lenguaje, sobre todo cuando revisa los conceptos del canadiense Marshall McLuhan, que habla de medios y mensajes de forma inseparable. 

Es interesante destacar aquí que Metz, a diferencia de McLuhan, vincula al cine con la televisión en el nivel material de expresión. Las diferencias entre ambos medios son más culturales que semióticas, piensa, contrario a la visión macluhiana, que entienda a la TV como muy distinto medio del cine: el primero proyecta la imagen hacia el espectador, en tanto el segundo lo hace sobre una superficie que el espectador mira y recibe como reflejo. En todo caso, son sistemas mediáticos que pueden estudiarse bajo la óptica de la semiótica y los significados propios de cada uno de sus componentes.  Incluso puede decirse que hay un lenguaje propio del cine, que tiene sus características y su sintaxis. Es aquí donde Metz hace un aporte importante, porque aclara que el cine no es un lenguaje como el que se estudia en la lingüística, sino un sistema de signos con su propia estructura y semiología.

Es decir que a pesar de que se puede hablar de un "lenguaje cinematográfico", no puede verse como paralelo al de las lenguas verbales, porque no implica una interlocución ni una doble articulación. Cada imagen, cada sonido, es en sí un signo indivisible, que en conjunto forma una red de significados que está ligada a la representación previa registrada. O sea, usando la terminología del semiólogo suizo Ferdinand de Saussure, los significantes en el cine están estrechamente atados a sus significados: las imágenes son representaciones realistas y los sonidos son reproducciones fieles de aquello a lo cual se refieren. No se pueden separar los significantes del cine sin desmembrar al mismo tiempo sus significados.

Por esto, según Metz, el cine es un "medio" de comunicación pero no un "sistema" de comunicación. No tiene unidades lingüísticas sino elementos sintagmáticos, que conforman significados y que percibimos en secuencia como un todo. Ciertamente hay un paralelismo, porque podemos usar una terminología lingüística (código, lenguaje,  mensaje, sintagma), pero su interpretación está dirigida hacia los significados y no hacia elementos estructurales constitutivos del cine como unidades. Es por ello que Metz habla de sintagmas audiovisuales, que son los planos, las escenas, el montaje y las secuencias (ver aquí). Como consecuencia de estas ideas, él establece dos relaciones de significación, código-mensaje y sistema-texto, que veremos en la siguiente publicación.

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