El Internet Explorer (IE) es un navegador Web que fue creado por la empresa Microsoft en el año 1995, exclusivamente para los sistemas operativos Microsoft Windows. Desde su creación se convirtió en uno de los navegadores de internet más utilizados, alcanzando su punto máximo de usuarios entre los años 2002 y 2003. Era de uso gratuito y fue referencia para las búsquedas en la Web durante años. Sin embargo a partir de 2005 empezó lentamente a perder popularidad por la aparición de nuevos motores de búsqueda más rápidos, e independientes de Microsoft. La llegada de Google Chrome en 2012 aceleró su proceso de obsolescencia, a pesar de que Explorer se siguió actualizando hasta hace poco.
Sin duda la popularidad de Internet Explorer se vio afectada por el lanzamiento de navegadores más rápidos como Chrome y Firefox, en un momento en el que los usuarios aprovecharon las nuevas aplicaciones para navegar en plataformas como Google, Facebook y YouTube. Además puede decirse que el auge de los teléfonos inteligentes asestó el golpe final, porque no estaba presente como aplicación funcional en ellos.
Siendo así, Microsoft ha decidió retirar de sus plataformas este programa, porque ya no tiene sentido su existencia. La decisión tomada esta semana no sorprende realmente, pues la empresa ya había anunciado el año pasado que la versión número 11 del navegador iba a ser la última. Ahora queda sin soporte oficial y por tanto huérfano de actualizaciones y parches de seguridad. Claro, va a poder seguir usándose, pero si ya era poca su utilización, ahora el adiós será definitivo. De alguna forma es el fin de una era, porque es innegable la relevancia que el Explorer tuvo en los principios de la Web y la internet accesible a todos.
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