Se entiende como "consumo cultural" al proceso mediante el cual las personas adquieren, utilizan y disfrutan de los bienes culturales, como la música, el cine, la literatura, las artes visuales y escénicas, la televisión, los videojuegos y otros medios de comunicación. Es un proceso complejo que está influenciado por una variedad de factores, como la educación, la clase social, la edad, el género, la etnia y la identidad cultural.
Este fenómeno puede afectar la forma en que las personas escuchan música, leen libros, ven películas o juegan videojuegos, así como la manera en que discuten y comparten sus experiencias culturales con otros. Como está relacionado con los medios de comunicación y con la cultura, tiene también que ver con la estética y su influencia. El consumo cultural es entonces la obtención de bienes o servicios con un valor simbólico. Es decir, el consumo cultural es la adquisición de bienes o servicios, cuyo valor asignado y percibido es distinto al utilitario o mercantil.
Para Pierre Bourdieu, por ejemplo, el término “consumo cultural” alude a una lógica específica de los bienes económicos, en donde el consumo es la forma de apropiación de los bienes culturales por parte de los agentes sociales. Por su parte, Néstor García Canclini se preocupa por entender cómo el público entiende y se apropia de los bienes culturales. Estudia las relaciones entre esos consumidores culturales y los productos comunicacionales que los multiplican. Su enfoque se orienta a entender el consumo de símbolos que se presentan a los públicos masivos. Hay así un trasfondo simbólico y semiótico.
Así, el consumo cultural llega a ser definido como “el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica”. Esto es importante estudiarlo sobre todo en el campo audiovisual porque nos permite entender cómo funcionan los productos de consumo en este campo comunicacional.
La evolución de los medios visuales y audiovisuales y su consumo como elemento cultural tiene que ver, sin duda, con la apropiación de los mensajes mediáticos en la industria cultural. Jesús Martín-Barbero hablad el paso de los medios a las mediaciones, y dice que esas mediaciones son ese lugar desde donde es posible comprender la interacción entre el espacio de la producción y el de la recepción, ya que lo que se produce en el cine y la TV no responde sólo a requerimientos del sistema industrial y a estrategias comerciales, sino también a exigencias que vienen de la trama cultural y los modos de ver del público. La TV no funciona sino en la medida en que asume las demandas que vienen de los grupos receptores. Esto se aplica igualmente a todos los medios incluyendo internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario