lunes, 13 de enero de 2025

Lo estético y lo no estético por Isabel Creed Hungerland (1)

La filósofa y profesora estadounidense, Isabel Creed Hungerland (1907-1987), propuso en la década de 1960 una interesante teoría que trata de distinguir entre aquello que podemos llamar "estético" y lo "no estético". Su enfoque parte de la filosofía pero toma elementos de psicología perceptiva y de la lógica simbólica. Ciertamente, sus ideas son muy atractivas, y aunque ella misma reconoce que nunca estarán del todo redondeadas, sirven para ver la apreciación de lo estético desde un punto de vista distinto al que estudia lo bello y la belleza.   

Ella parte de tratar de comprender todo objeto, bien sea artístico, visual, textual o musical, separando dos formas de apreciarlo. Una que tiene que ver con lo sensible, que se refiere a la apreciación subjetiva: es elegante, majestuoso, grácil, delicado, burdo, feo o bonito... En tanto hay otra que tiene que ver con aquello que se relaciona con las propiedades del objeto: color, textura, forma, tamaño, proporción o composición (en todas sus acepciones), sin importar el componente semiótico.

Las primeras son características que ella llama no verificables, en tanto las segundas las denomina fenomenológicas. Sin embargo, la autora reconoce que debe haber una relación entre ambas para que se produzca una reacción estética, en función de una lógica sensorial o perceptiva. Aquí es donde ella hace un análisis que, usando términos de tipo matemático y lógico, la llevan a establecer un elemento de indefinición: buscar reglas de conexión donde no existen o nos necesarias. Para explicar eso pone un par de ejemplos muy interesantes:

"El director de un zoológico puede devolver al animal si ha solicitado una cebra y lo que le entregan resulta ser un pony, Pero no llegará a ninguna parte si afirma que pidió un animal parecido a un caballo, negro con rayas blancas (porque así es como ve a las cebras) y lo que recibió fue un animal semejante a un caballo, pero blanco con rayas negras. Un director de museo que compra un cuadro de Rothko identificado como de determinado tamaño y forma y con anchas franjas horizontales azules, blancas y verdes, puede devolver el cuadro si es más grande y uniformemente amarillo, salvo una estrecha franja roja en el medio. Pero no tendría sentido argumentar que, aunque la descripción identificadora corresponde a la del cuadro pedido, éste carece de las tensiones dinámicas visuales descubiertas por por algunos críticos".

En la siguiente publicación veremos como continúa la argumentación de Isabel Creed Hungerland y cómo llega a entender aquello identificable como estético y lo que es no estético.

 


Mark Rothko (1903-1970)

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