lunes, 8 de diciembre de 2025

Conectivismo académico

Ya en unas anteriores publicaciones hablé del conectivismo, que es un  tema cada día más relevante en nuestros tiempos de hiperconectividad y ciberespacio. El conectivismo es una teoría del aprendizaje que describe cómo el conocimiento se distribuye a través de redes de información y tecnología en la era digital. Propone que el aprendizaje ocurre dentro de un contexto social en constante cambio, donde las conexiones entre nodos (personas, organizaciones, bases de datos, etc.) son tan importantes como el conocimiento individual. Se centra en la capacidad de conectar y navegar por estas redes, discerniendo la información útil, y se apoya en principios de teorías del caos, la complejidad y las redes neuronales.

Ahora bien, el conectivismo académico es la aplicación de los principios de la teoría del conectivismo al contexto específico de la educación superior, la investigación y la práctica académica. Para entender esto mejor, hay que desarrollar sus conceptos. La teoría base es el conectivismo desarrollado por George Siemens y Stephen Downes (alrededor de 2004-2005), que es una teoría del aprendizaje para la era digital. Postula que el aprendizaje no solo ocurre dentro de un individuo, sino que también reside en bases de datos, dispositivos y, notablemente, en redes de conexiones entre personas y fuentes de información. Según esto, "saber dónde" y "saber quién" es tan importante como "saber qué" y "saber cómo". La capacidad de buscar, filtrar, evaluar y conectar información es fundamental. Así, el aprendizaje es un proceso de formación de redes. Aprendemos al crear nodos (personas, libros, sitios web, datos) y establecer conexiones significativas entre ellos.

Esto lo podemos llevar al ámbito académico, tanto en la universidad como en el mundo de la investigación. Aquí esto se plasma en distintas manifestaciones:

a) El aprendizaje en red, ir más allá del aula y la biblioteca física. Se fomenta el uso de Entornos Personales de Aprendizaje (PLE), donde el estudiante o investigador construye su propia red de recursos: revistas especializadas en línea, bases de datos, blogs académicos, redes sociales profesionales (como Academia.edu, ResearchGate), perfiles en Google Scholar, listas de Twitter/X de expertos, webinars, podcasts científicos, etcétera.

b) Colaboración distribuida. La investigación y el aprendizaje se vuelven más colaborativos y descentralizados. Se pueden formar grupos de estudio o investigación con miembros de diferentes universidades o países, usando herramientas como Slack, Miro, GitHub o Google Workspace.

c) Conocimiento dinámico y abierto, donde se valora y promueve el acceso abierto (Open Access) a las publicaciones, los datos abiertos (Open Data) y los Recursos Educativos Abiertos (REA/OER). El conocimiento deja de ser estático y custodiado, para ser un flujo constante que se actualiza y discute en red.

d) Nuevas alfabetizaciones. Acá el académico y el estudiante deben desarrollar competencia digital crítica. Esto incluye evaluar la credibilidad de fuentes en línea, manejar grandes volúmenes de información, comunicarse efectivamente en entornos digitales y mantener una identidad digital académica profesional.

e) Rol del docente como guía y conector: el profesor ya no es la única fuente de conocimiento, sino un facilitador que guía a los estudiantes a construir sus redes, les señala recursos clave (curaduría de contenidos) y les enseña a navegar y contribuir críticamente en los entornos digitales de su disciplina.

Viendo esto, podemos señalar algunas características especiales del conectivismo académico. Una es el énfasis en la autonomía; el aprendiz académico toma control de su proceso de aprendizaje y construcción de conocimiento. Otra es el aprendizaje continuo y permanente. La velocidad del cambio hace que el aprendizaje formal (un grado) sea solo el punto de partida. Mantenerse actualizado requiere una participación constante en redes profesionales. Finalmente, destacamos la inteligencia colectiva. El conocimiento se construye y valida a través de la interacción, discusión y colaboración dentro de comunidades (por ejemplo, la revisión por pares, comentarios en blogs académicos, foros especializados). 

El conectivismo académico es un marco que reconoce que el conocimiento en el siglo XXI se genera, discute y distribuye a través de redes complejas (tanto humanas como tecnológicas), y propone que el éxito académico depende de la capacidad de participar activa y críticamente en esas redes. No es solo usar tecnología, sino adoptar una filosofía de aprendizaje y trabajo basada en la conexión.

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