Continuando con la descripción del modelo sociosemiótico de la comunicación de Miguel Rodrigo Alsina, tenemos que la segunda fase del proceso es la circulación de los mensajes. La sociosemiótica implica además de una producción, una circulación que a se vez deriva en un consumo. La circulación, como fase intermedia, se refiere a la puesta en común de esos mensajes elaborados y preparados por los entes comunicadores para ser difundidos en los respectivos medios.
Se destacan dos factores en la fase de circulación: la intervención tecnológica y el ecosistema comunicativo. Según Alsina, el mensaje difundido por lo medios sociales son intervenidos tecnológicamente, puesto que cada sistema de comunicación obliga al contenido a ser adaptado a sus formatos. Más aún, son esos mensajes de alguna manera manipulados para construir una realidad que responde a los intereses de los emisores e inducen en los receptores a la toma de posiciones y posturas ideológicas, creando hábitos y necesidades. Señala también que los medios inciden en la interpretación de los contenidos. El manejo de los mensajes por la intervención tecnológica influye entonces en la continuidad de su percepción.
Por otra parte Alsina habla de un ecosistema comunicativo para referirse al ámbito de interacción de los discursos producidos. En ese espacio se seleccionan los mensajes y se produce la mediación simbólica entre la sociedad y el estado. Se genera un "mercado" en el que se dan ofertas y demandas semánticas en función de las diferencias técnicas de cada elemento comunicacional. Discursos y políticas definen la producción, circulación y consumo de los mensajes derivados de la lógica social imperante. justamente queda comprender cuáles son los elementos que constituyen esa fase de consumo sociosemiótico, que se verá en una posterior publicación.
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