Epifenómenos

Este es un concepto que siendo del campo de la filosofía y de la psicología, también se puede aplicar a la comunicación. Epifenómeno es un hecho o acontecimiento secundario que acompaña o sigue a un fenómeno primario, sin constituir parte esencial de él y sin que aparentemente ejerza influencia. Etimológicamente, viene de del griego antiguo epi, "sobre, además, junto a" y phenomena, "fenómeno, evento observable", es decir, un fenómeno que se da "por encima" o "después" de otro al que consideramos principal, y al que se asocia sin que pueda afirmarse que forme parte esencial de él o que tenga influencia sobre él. En este sentido, se puede considerar que el epifenómeno, o bien simplemente "acompaña" al fenómeno principal, o bien "surge" de alguna manera de él.

El término se utiliza en psicología, por ejemplo, para explicar la relación entre la actividad cerebral y la actividad del alma o de la mente, a las que tradicionalmente se había atribuido la conciencia. Según algunas escuelas, la actividad cerebral sería el fenómeno principal, observable empíricamente, mientras que el alma o la mente (y la conciencia a ellas asociada) serían un epifenómeno de la actividad cerebral, es decir, un fenómeno derivado o dependiente de los procesos psíquicos, que se pueden explicar considerando exclusivamente la actividad cerebral. 

Es aquí donde se puede hacer una conexión con la comunicación. Hay cierta posiciones antropológicas y sociológicas que han estudiado la comunicación como un epifenómeno de la dinámica social. Es decir, la comunicación es un fenómeno es sí, que acompaña al fenómeno principal: la formación de los grupos sociales. Tal manera de aproximarse a los fenómenos comunicativos, no obstante, puede no ser adecuada, si se entiende a la comunicación como una categoría básica de lo social. Hay una profunda relación entre las distintas formas comunicativas y el cambio social. Por eso, dependiendo del enfoque, la comunicación puede o no, ser considerada un epifenómeno de las estructuras sociales.