Se habla de "Nube" en el mundo digital cuando nos referimos al servicio que se ofrece computacionalmente de manera continua, para que los usuarios puedan acceder a los servicios disponibles de sus programas y archivos, en todo momento y lugar. La computación en la nube (Cloud computer en inglés) son servidores ligados desde internet, encargados de atender las peticiones de sus usuarios en cualquier condición. Se puede tener acceso a la información o al servicio requerido, mediante una conexión a internet desde cualquier dispositivo móvil o fijo ubicado en cualquier lugar.
Este mecanismo de procesamiento lleva ya varios años en desarrollo. La informática en la nube consigue aportar varias ventajas, sustentándose sobre una infraestructura tecnológica dinámica que se caracteriza, entre otras cosas, por un alto grado de automatización, una rápida movilización de los recursos, y una elevada capacidad de adaptación para atender a una demanda variable. Es posible tener, de forma más rápida, segura y eficiente, un mayor número de servicios para los usuarios que tienen la posibilidad de acceder a ellos, disfrutando de la liquidez e inmediatez del sistema que puede ser pagado o gratuito.
Hay nubes públicas, gratuitas, privadas o híbridas, y las hay impulsadas por plataformas reconocidas y por empresas comerciales. Justamente por eso, se le han hecho críticas, porque es posible que en algún momento se le impida a los usuarios el acceso a sus datos y archivos subidos vía internet. Como sea, esta posibilidad de subir, guardar y entrar a los datos de manera universal y segura, es otra de las innovaciones que nos trae el ciberespacio de hoy.
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