El final del siglo XIX, en el período que combina el movimiento de Arts and Crafts, el Art Nouveau y el Modernismo, se produjo la explosión del cartel como medio de comunicación urbano. El afiche comenzó a ser visto como un elemento de comunicación fundamental para eventos, promociones, publicidad y anuncios en general. En Inglaterra, Bélgica y Francia hubo un gran desarrollo en este sentido. Las imprentas pronto se sumaron al negocio, y Antes de empezar el siglo XX toda Europa y los Estados Unidos tenían una gran gama de diseñadores gráficos de carteles.
En particular hay dos franceses que vale la pena resaltar por ser pioneros e innovadores, antes del muy famoso pintor Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901): son Jules Chéret (1836-1932) y Eugéne Grasset (1841-1917). Si bien no fueron compañeros, ambos se conocían en París y jugaron un papel fundamental en el desarrollo del cartel tal como lo conocemos.
Hubo un acontecimiento en el año 1881 que iba a tener un gran impacto en ese oficio: una ley promulgada en Francia suprimió muchas formas de censura que afectaban la libertad de prensa y de expresión, y entre otras cosas, permitió el uso libre de calles y vallas para la colocación de anuncios pegados, en grandes formatos, antecesores de los afiches que hoy conocemos. Esta nueva ley trajo consigo una nueva industria floreciente de carteles, diseñadores, impresores y afficheurs, que pegaban los carteles. Así las ciudades francesas se llenaron de estos papeles coloridos y atractivos, realizados con ingenio y pasión.
En este ambiente es que Chéret y Grasset, ambos pintores jóvenes y casi desconocidos, se decantan por el arte del diseño gráfico. Inspirados por los postulados de William Morris (1834-1896), van a establecer una estética que se sumó a la del después llamado Art Nouveau ("Arte Nuevo"), muy característico de la última década del siglo XX. En las próximas publicaciones veremos los aportes de cada uno de estos dos pioneros del cartelismo.
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