La mayoría de nosotros vive su vida en internet con la suposición de que puede eliminar sus publicaciones, mensajes y datos personales de los servicios cuando se desee. Pero una serie de avisos tecnológicos ponen en tela de juicio esa suposición fundamental. Por ejemplo, con todo este tema de la venta de Twitter, salió a la luz la información de que esa red red social no elimina de forma fiable los datos de los usuarios que cancelan sus cuentas, por ejemplo. Más aún, en algunos casos hasta se ha perdido el rastro de la información.
Sandra Matz, investigadora de medios sociales y profesora de la Columbia Business School, ha dicho: "Parece muy sencillo, pero todo lo que pongas ahí fuera, no esperes nunca que vuelva a ser privado, Retirar algo de internet, darle al botón de reinicio, es casi imposible". Se podría decir que lo que está en juego es la sensación de control de nuestros datos y la confianza en nuestra capacidad para eliminarlos. Esto sucede porque no hay sistemas completamente definitivos para eliminar lo que se ha publicado o subido al ciberespacio. De hecho sabemos desde hace mucho, que a veces, con habilidad y conocimiento, se pueden recuperar datos borrados que parecían perdidos en las computadores. Algo similar puede pasar en internet.
Según Ravi Sen, investigador de ciberseguridad y profesor de la Universidad A&M de Texas, la policía, las fuerzas del orden público y otros grupos "con recursos y acceso al tipo de herramientas y conocimientos adecuados" podrían recuperar datos borrados, en determinadas circunstancias, con la ayuda de expertos y hackers. Cualquier publicación, ya sea un correo electrónico, un comentario en las redes sociales o un mensaje directo, suele guardarse en el dispositivo del usuario, en el del destinatario y en los servidores de la empresa cuya plataforma se ha utilizado. "Idealmente", dijo, "si el usuario que generó el contenido" lo elimina, "el contenido debería desaparecer de las tres ubicaciones". Pero en general, agregó, "no sucede tan fácilmente". Esto es todo un problema para nosotros los simples usuarios de internet.
Para los expertos en privacidad, la mejor manera de controlar los datos en línea es utilizar principalmente aplicaciones que ofrezcan cifrado de extremo a extremo, como está haciendo ahora WhatsApp. También es importante gestionar la configuración de las copias de seguridad en la nube para garantizar que los datos privados de los servicios cifrados no sigan siendo accesibles en otros lugares. Lo que usualmente sucede es que muy pocos saben de esto y ni se cuidan de borrar sistemáticamente los contenidos que pueden ser usados por terceros, dejando sin protección datos, cifras, contenidos e imágenes que podrían ser usados de manera ilegal por cualquiera... Es un asunto que supera previsiones y nos enfrenta a un mundo tal vez incontrolable.
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