En la publicación anterior hablé del concepto de macrodata o macrodatos, equivalente al de Big Data, que describe el gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, que hoy en día se manejan en todos los ámbitos de la informática y el ciberespacio. Esto incluye la Web, las redes sociales, la internet y toda forma de información digitalizada. Estos "macrodatos" se caracterizan por los siguientes atributos:
Volumen: Los macrodatos son muy grandes, a menudo medidos en terabytes, petabytes o exabytes.
Velocidad: Los macrodatos se generan y se procesan a una velocidad muy alta.
Variedad: Los macrodatos pueden provenir de una variedad de fuentes y pueden estar en formatos diferentes.
Complejidad: Los macrodatos pueden ser muy complejos, con patrones y relaciones que pueden ser difíciles de identificar.
Los macrodatos tienen el potencial de transformar los negocios y la sociedad. Pueden utilizarse para mejorar la toma de decisiones, optimizar los procesos y crear nuevos productos y servicios. Podemos ver algunos ejemplos de cómo se utiliza esa macrodata.
En mercadeo, los macrodatos se emplean para segmentar a los clientes, predecir sus comportamientos y optimizar las campañas publicitarias. En la atención médica se usan para realizar diagnósticos más precisos, mejorar la atención al paciente y desarrollar nuevos tratamientos. En el gobierno, la macrodata se utiliza para mejorar la seguridad pública, la eficiencia gubernamental y la toma de decisiones.
El manejo de la macrodata implica una tecnología que ha ido creciendo en los últimos 20 años y que tiene un gran potencial. A medida que el volumen y la complejidad de los datos continúan creciendo, los macrodatos jugarán sin duda un papel cada vez más importante en nuestras vidas, como ya lo podemos comprobar.
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