martes, 6 de mayo de 2025

Una cruda reflexión de Manuel Vicent

"En las tertulias de antaño siempre había un erudito que lo sabía todo. Recordaba nombres, fechas y datos con absoluta precisión gracias a su privilegiada memoria alimentada por múltiples, diversas y a veces inútiles lecturas. Ante cualquier discusión se recurría a él en última estancia para que ejerciera de tribunal de casación. Hoy el prestigio de esta clase de sabios, ganado a pulso después de quemarse las pestañas leyendo montones de libros, ha desaparecido. La erudición ya no sirve de nada. Ahora en cualquier debate en que las partes se obstinan por tener razón, mientras la disputa se alarga y adquiere una elevada temperatura, tal vez el más tonto del grupo que ha permanecido callado picotea discretamente en el iPhone y cuando la discusión alcanza un encono sin salida, exhibe el veredicto inapelable que dicta la pantalla del móvil como si fuera el ojo de halcón. He aquí la verdad sacada con la punta de los dedos del légamo digital. El prestigio está en manos de cualquier garrulo que sepa manejar mejor y más rápidas las cinco yemas para extraer la razón del Google".

Manuel Vicent, escritor, periodista, articulista español, nacido en 1936

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