Por su parte, la ENIAC era un enorme conjunto de válvulas, tubos y cables, que construida en la Universidad de Pensilvania en 1946 por John Presper Eckert y John William Mauchly, ocupaba una superficie de 167 m². Su sistema permitía realizar cerca de 5.000 sumas y 300 multiplicaciones por segundo. Pesaba 27 toneladas, y medía 2,4 m x 0,9 m x 30 m; utilizaba 1.500 conmutadores electromagnéticos y relés; requería la operación manual de unos 6.000 interruptores, y su programa o software, cuando requería modificaciones, demoraba semanas de trabajo manual.
Su programación era artmética, no binaria, y su uso principal era matemático y militar. Lo primero que se desarrolló fue un programa balístico para calcular trayectorias de proyectiles, y luego otras operaciones de tipo científico. Es curioso que su programación debía elaborarse de manera distinta para cada función, y este trabajo estaba a cargo, fundamentalmente, de mujeres con amplio conocimiento matemático (los créditos de estas científicas no fueron reconocidos hasta muchos años después). Eniac era una máquina que producía mucho calor, y los tubos o válvulas se quemaban y fundían con mucha frecuencia, por lo que había que cambiar varias a diario. Su consumo eléctrico podía alcanzar 160 Kw al día. Sin embargo estuvo funcional durante muchos años, de hecho hasta 1955, por lo que de ahí deriva su mérito como computador pionero en el mundo.
En realidad han habido otras máquinas de computación capaces de hacer cálculos eficientemente desde el siglo XIX, pero eran más bien "sumadoras". Más aún, se atribuye a Wilhelm Schickard el haber construido la primera calculadora en 1626. Y Blaise Pascal inventó la "pascalina", primera calculadora digital, en 1645. Pero estas máquinas no pueden ser consideradas ordenadores, por lo que es Eniac la que ha tenido más trascendencia para nuestro mundo actual, porque es la primera de uso general, y además sirvió de modelo y base para otras que se hicieron durante los años 1950, que ya incluian tarjetas perforadas y relés de activación.
Eniac además ha estado presente bien como objeto, bien como nombre o bien como signo en muchas obras de ciencia ficción desde la década de 1940 hasta finales de 1950, cuando se introducen los transistores masivamente y con ello cambia la concepción de los ordenadores, que van a dejar de ser objetos gigantescos y costosísimos (seguiran siendo grandes y caros hasta fines de 1980), para convertirse en artefactos de uso cada vez más común. Para llegar a esta computadora frente a la que estamos sentados...
La gran ENIAC |
Las programadoras de Eniac... |
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