viernes, 24 de abril de 2020

Lectores de hoy

Ayer se celebró el "Día del libro", una fecha que nos recuerda que, a pesar de la proliferación de los soportes digitales (la omnipresente pantalla), el libro en papel sigue teniendo un lugar importante en nuestra cultura. Ahora bien, es innegable que el concepto mismo de LIBRO se ha ampliado desde sus orígenes manuscritos, y que la lectura y sus formas también han cambiado. Mucho se habla de que "la gente ya no lee". Esto se ha convertido en una verdad por reiteración, pero pareciera no ser cierto, si entendemos por lectura la asimilación de mensajes textuales que van más allá de los soportes tradicionales. 

En un libro de 2007, Lectores, espectadores e internautas (hace 13 años ya), el profesor y antropólogo argentino Néstor García Canclini (nacido en 1939), cuestiona el hecho de asumir como lectores solo a aquellos que lo hacen a través de medios impresos, sin tomar en cuenta los medios digitales. En un capítulo sobre los lectores, señala que si bien es cierto que los periódicos, por ejemplo, reducen sus ejemplares impresos, sus consultas por internet aumentan  constantemente. Se pregunta por qué hay un empeño en promover la lectura sólo para los libros impresos, cuando hay cada vez más formas de leer. Se puede argumentar que mucha gente debe superar la  barrera tecnológica, pero resulta que aún quienes no tienen los recursos para poseer su propia computadora, consultan internet fuera de su casa en cibercafés y ciberlocutorios. Múltiples encuestas en los últimos años desmienten el lugar común de que hoy se lee menos, de que el papel se extingue y de que somos un mundo de la imagen solamente.

Dice García Canclini: "Las pantallas de nuestro siglo también traen textos, y no podemos pensar en su hegemonía como el triunfo de las imágenes sobre la lectura. Pero es cierto que cambió el modo de leer". Naturalmente, nuevos soportes generan diferentes ritmos y formas de lectura. Lo papiros y pergaminos se leían diferente a los primeros libros impresos, y éstos, distinto a los actuales. Sustratos como Kindle (un tipo de libro electrónico), que de alguna manera conservan el espíritu del texto, modifican el soporte y su manejo.  

Por último, como afirma también Néstor García Canclini, hoy en día han disminuido los "lectores fuertes" (extensivos o intensivos), pero han aumentado los "débiles" o "precarios", que buscan comunicación, entretenimiento o contacto social a través de recursos distintos de la "lectura letrada". Más aún, los escritores reubican sus publicaciones en circuitos y modos de información diferentes, en los que se lee de otra manera. Es decir, hay nuevas formas de dar a leer. Eso no implica que el libro y le lectura tradicional vayan a desparecer, sólo que ahora tenemos muchas nuevas formas de lectura.



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