El primer significado de "reflexión estética" tiene que ver con el gusto de los sentidos. Aquí no hay juicios personales sino colectivos. Se razona sobre un objeto sólo en consideración a las relaciones de su representación con el sentimiento de placer y dolor. Así lo pone Menke: "De todos modos, el gusto estético que emite el juicio 'este objeto es bello', exige para su sensación de placer que todos deberían compartir, y con ello supone que todos pueden compartirlo". Esta es la primera reflexión estética, porque dado que el gusto se relaciona con todos (es universal), todos podemos apreciarlo. Kant explica así el gusto, como una especie de sensus communis, "sentido común" que se entiende como una sensibilidad colectiva. Menke, concluye que el hecho de que un juicio estético sea reflexivo, implica, en su primera significación, una exigencia de universalidad que proviene de la comparación de todos los juicios de una comunidad. Es un sentido social de la reflexión estética.
Kant utiliza, como segundo nivel analítico, el concepto de "reflexión" en un significado discriminatorio. Lo emplea para separar los juicios universalmente válidos sobre el placer en lo bello, de los juicios individuales que se basan en el placer de lo agradable, y a la vez para separarlos de los juicios morales universalmente válidos. El placer de lo bello no es una actividad conforme a ninguna ley, ni una contemplación razonada, sino una reflexión estética, no supeditada a juicios determinantes. "El aspecto decisivo de la reflexión estética en su segundo sentido -afirma Menke, -no es que en la contemplación estética no lleguemos a determinaciones del objeto, sino que nuestras facultades estén activas de modo animado y unánime". El concepto kantiano de reflexión estética se refiere aquí a un desarrollo en forma de "juego", es decir, un desarrollo no determinante de nuestras facultades de juicio y razón.
El tercer significado que Kant le da a la reflexión estética tiene que ver con la manera en que llegamos a ser conscientes de una concordancia subjetiva entre la facultad de conocer y el juicio del gusto. Según Menke, esto significa que "el placer estético es el medio de una autorrelación o de una autoconciencia". Aquí el concepto de reflexión estética no se refiere más que a una manera específicamente estética de autorreflexión.
En resumen, el concepto de reflexión estética, idea clave en la noción de "estética trascendental" presente en Kant, tiene estros tres significados: en primer lugar, el gusto estético es reflexivo, debido a su relación universal; en segundo lugar, es reflexionante, en su relación con los objetos (a modo de juego); y en tercer es autorreflexivo, en cuanto a su relación autoplacentera con el sujeto estético. Finalmente, la contemplación estética se relaciona de manera reflexionante con los objetos, es decir, como desarrollo a modo de juego de las facultades racionales. ¡No son concepciones sencillas!
Kant utiliza, como segundo nivel analítico, el concepto de "reflexión" en un significado discriminatorio. Lo emplea para separar los juicios universalmente válidos sobre el placer en lo bello, de los juicios individuales que se basan en el placer de lo agradable, y a la vez para separarlos de los juicios morales universalmente válidos. El placer de lo bello no es una actividad conforme a ninguna ley, ni una contemplación razonada, sino una reflexión estética, no supeditada a juicios determinantes. "El aspecto decisivo de la reflexión estética en su segundo sentido -afirma Menke, -no es que en la contemplación estética no lleguemos a determinaciones del objeto, sino que nuestras facultades estén activas de modo animado y unánime". El concepto kantiano de reflexión estética se refiere aquí a un desarrollo en forma de "juego", es decir, un desarrollo no determinante de nuestras facultades de juicio y razón.
El tercer significado que Kant le da a la reflexión estética tiene que ver con la manera en que llegamos a ser conscientes de una concordancia subjetiva entre la facultad de conocer y el juicio del gusto. Según Menke, esto significa que "el placer estético es el medio de una autorrelación o de una autoconciencia". Aquí el concepto de reflexión estética no se refiere más que a una manera específicamente estética de autorreflexión.
En resumen, el concepto de reflexión estética, idea clave en la noción de "estética trascendental" presente en Kant, tiene estros tres significados: en primer lugar, el gusto estético es reflexivo, debido a su relación universal; en segundo lugar, es reflexionante, en su relación con los objetos (a modo de juego); y en tercer es autorreflexivo, en cuanto a su relación autoplacentera con el sujeto estético. Finalmente, la contemplación estética se relaciona de manera reflexionante con los objetos, es decir, como desarrollo a modo de juego de las facultades racionales. ¡No son concepciones sencillas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario