sábado, 29 de agosto de 2020

La "streaming wars"

En menos de diez años las llamadas "plataformas de streaming" se han convertido de una rareza exclusiva de fanáticos tecnológicos, a un sistema de amplísima cobertura y afición. Se entiende por "streaming" (término en inglés que no tiene fiel traducción) al flujo y transmisión de datos y contenidos por vías técnicas ligadas a fundamentalmente internet. Es un concepto que hace referencia a la visualización de vídeos o música en tiempo real a través de una serie de plataformas destinadas a ello. El gran crecimiento de estos sistemas ha transformado los hábitos de consumo de material audiovisual, pasando a convertirse en un actor fundamental del entretenimiento actual.

Las estaciones de radio por internet fueron las que iniciaron el uso del streaming. En aquel momento, en la década de 1990, se podía escuchar ciertas emisoras con un audio de muy buena calidad, ya que no eran muchas personas las que lo hacían en aquellos inicios y todavía la infraestructura de internet no estaba tan avanzada. Con la entrada del siglo XXI, se pasó del audio al video, y pasó a utilizarse para acercar todo tipo de contenido a un número amplio de usuarios, que con tan sólo un ordenador o teléfono móvil pueden acceder. Con el paso de los años son numerosos usos los que se le han dado al streaming.

Un modelo ampliamente conocido es el del portal Web YouTube, que no sólo almacena videos sino que permite su transmisión en vivo. Pero las más conocidas plataformas de streaming hoy en día son aquellas que se comportan como combinación entre emisora de televisión, sala de cine y videograbadora. Se han expandido tanto, que sin duda ahora son un nuevo modelo de negocios: Netflix, Filmon, Vodafone TV, Amazon, HBO, AppleTV, Disney+, Hulu, y varias otras son buenos ejemplos. Pero este crecimiento ha generado también una ruda competencia por las audiencias y los patrocinantes. Esa guerra es la que se conoce como "Streaming Wars". 

Los sistemas y plataformas SVOD (vídeo bajo demanda por suscripción) ya se han convertido en una especie de televisión de pago por internet para los usuarios. Ya está integrado en la cadena de consumo. Más cuando durante esta cuarentena por el Covid-19 ha sido un recurso de entretenimiento básico. Por eso es que ahora las cadenas de streaming empiezan a combatir fuertemente. Hay que tener en cuenta que esas llamadas streaming wars son fundamentalmente una batalla por los datos, en las que hay compañías de medios, y se pasa de empresas tecnológicas y tecnologías ligadas a compañías de medios. Se trata de datos que dicen qué quieren ver los usuarios, cómo quieren verlo, y con los que trabaja cada plataforma para saber qué ofrecer. De las actuales plataformas, Netflix tiene una ventaja, porque ya llega a 180 millones de usuarios, lo que hace que su algoritmo de recomendación e investigación esté más trabajado que el resto; pero por el contrario también tiene la dependencia de que los contenidos son su único negocio.

El componente novedoso es muy importante, lo que hace que estas plataformas muchas posibilidades de tener éxito. Por eso hay cada vez más. Para eso, la creación de contenido propio, que hace unos años se veía como una extravagancia, ha pasado ahora a ser una necesidad. Generar más contenido propio implica mayor audiencia, por lo que la inversión está bien medida, por el sistema de financiación en que se basan. Ya hay decenas de empresas en muchos países adoptando este modelo, por lo que se espera una mayor competencia. Esperemos que esto de traduzca en tarifas y precios más baratos, y contenidos mejores. La función ha comenzado.

1 comentario:

  1. sin duda hoy en dia los que tienen su canal de video streaming son muchos mas y es que ya es muy monetizable este tipo de contenidos.
    saludos

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