domingo, 16 de agosto de 2020

Minimalismo (2)

En la publicación anterior traté una tendencia estética que se conoce como "minimalismo", y que consiste en reducir el mínimo toda expresión ornamental en una obra de diseño. Sigo con el tema. La idea de eliminar lo innecesario, ha pasado del arte a otras manifestaciones culturales. En otras palabras, esa asume como una posición filosófica que mantiene que todo aquello excesivo es innecesario, y que, al contrario, solo se necesita usar lo mínimo expresivo que baste para definir un objeto. De alguna manera, el minimalismo como término queda más claro si se entiende que en realidad quiere decir "minimismo", porque viene del término inglés minimal, que equivale en español a mínimo. Es decir, el minimalismo es la reducción a lo mínimo necesario. 

Como ya señalé anteriormente, se asume que la mejor idea que explica este concepto es la que se refleja en la frase "menos es más", hecha famosa por el arquitecto alemán Ludwig Mies van de Rohe en los años 1950. En principio se aplica a la arquitectura, porque Mies señala que todo ornamento adicional al edificio, que no aporte ni a su función ni a su estética propia, es innecesario. Los edificios diseñados por él suelen ser tomados como ejemplo de esta estética minimalista. 

Se ha escrito y comentado en muchos textos sobre lo que debe entenderse como obra minimalista. Se acepta, en líneas generales, que hay, además de la arquitectura y la pintura que entran en esta tendencia, una grupo de formas expresivas que también reducen al mínimo los excesos, como la escultura. el diseño, la música y el vestido. De hecho, se habla de una moda minimalista. Se dice que estas son las características que les identifican: sencillez, abstracción, orden, economía de lenguaje y de medios, concentración, geometría elemental, síntesis, reducción, purismo estructural y funcional, y precisión en los acabados. El arte abstracto geométrico es un buen ejemplo.

En el diseño de interiores, el minimalismo ha tenido mucho éxito, en contraposición a los interiores recargados y ornamentados. Pocos muebles, de colores puros, espacios limpios y adornos mínimos son ejemplos de esto. El caso de la música, por otro lado, es muy interesante, porque hay toda una polémica sobre si puede definirse una música mimimalista como tal. Se nombra, por ejemplo, la obra 4′33″, del músico estadounidense John Cage, compuesta de tres movimientos que se interpretan sin tocar una sola nota. Este tema de la música minimalista lo abordaré en la próxima publicación.








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