En la entrada de ayer hablé sobre una reciente resolución del actual gobierno estadounidense del presidente Joe Biden que busca regular el uso y desarrollo de las tecnologías y programas de inteligencia artificial. Esto con el fin de controlar, de alguna manera, los peligros a la seguridad interna que su utilización sin regimentar pueda implicar. Pero no son solo los EE.UU. los preocupados. Las Organización de las Naciones Unidas también ha mostrado preocupación ante el impacto que los programas de IA está produciendo.
Ya en julio de este año la ONU expresó, a través de su Secretario General, António Guterres, la necesidad de enfocar el desarrollo de la IA hacia metas que contribuyan al bienestar de los países y sus poblaciones. En la cumbre Inteligencia artificial para el bien, organizada en Ginebra por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), y que reúne a gobiernos, sociedad civil, organismos de la ONU e innovadores del sector e inversores, él intervino para señalar que la inteligencia artificial debe beneficiar a todos, incluida la tercera parte de la humanidad que aún está desconectada de la internet, e insistió en la necesidad de llegar urgentemente a un consenso sobre cuáles deben ser las normas que guíen su uso.
Pero mucho más recientemente, hace apenas unos días, la ONU anunció la creación de un organismo consultivo para el estudio, control y regulación de la inteligencia artificial. El mismo Guterres afirmó: "Necesitamos urgentemente un marco para hacer frente a los riesgos y para asegurarnos de que tanto los desarrolladores de tecnología como los ciudadanos se sientan seguros y confíen en la IA", y a la vez que alertó contra "el uso malicioso por parte de los delincuentes y los terroristas" y contra "el agravamiento de las enormes desigualdades que infestan el mundo".
Pareciera que se ha despertado ya un interés que se asocia a ciertos temores impensables hace unos años. Se dice que el mundo necesita una estrategia unida, sostenida y global para hacer que este notable avance tecnológico no tenga consecuencias negativas para nuestras sociedades. En ese sentido hay detractores y entusiastas, tanto del uso de la IA como de su regulación. En todo caso es un tema de mucha importancia para nuestro futuro. Ya lo dijo el famoso científico Stephen Hawking: "La inteligencia artificial puede ser probablemente los mejor o lo peor que le ha pasado a la humanidad".
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