Se parte de la idea de que los individuos temen permanecer aislados del entorno social y, por este motivo, prestan una atención continua a las opiniones y comportamiento, supuestos por las mayorías, que se producen a su alrededor, para seguirlos y decidir al respecto. Y en este sentido, los medios de comunicación juegan un papel fundamental. Este fenómeno es calificado como espiral de silencio, porque la lógica en que se sostiene es que cuanto más se difunde la versión dominante por los medios, más guardarán silencio las voces individuales contrarias, con lo que se produce un proceso en espiral, un bucle de reafirmación positiva o un círculo vicioso.
Ello no quiere decir que desaparezcan o se eliminen las voces disidentes o en contrario a ciertas opiniones, pero el peso de la comunicación masiva hace que siempre destaquen aquellas que resultan mayoritarias. Según la opinión de Noelle-Neumann, el hecho de que una persona hable o se quede callado, depende de las observaciones que éste ha hecho sobre la mayoría pública y entonces decida cuál será su posición. Los medios de comunicación influyen en que la gente se exprese o prefiera callar. En primer lugar las personas son más valientes para apoyar públicamente una opinión, si esta aparece como dominante en los medios de comunicación. En segundo lugar, los medios ofrecen a los ciudadanos, las palabras, los textos, los medios, los argumentos e ideas con las que defender las opiniones en debate. Es siempre más dificil generar, defender y argumentar sobre ideas propias poco difundidas.
Los métodos de análisis e investigación de Elisabeth Noelle-Neumann, explicados en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social , le llevaron a formular estos postulados:
*Una mayoría vista como minoría declinará en el futuro, mientras la minoría vista como la dominante, crecerá, si los medios contribuyen a esto.
*Una mayoría que no espera ser capaz de mantener esa superioridad, disminuirá.
*Si los grupos están unidos en una expectación favorable a futuro, tomará mucho tiempo imponer una opinión contraria.
*Si la incertidumbre sobre la fuerza prevaleciente actualmente o en el futuro se incrementa, se anticipa un cambio en la opinión dominante.
*Si dos posturas difieren claramente una de otra en su disposición a exponerse en público, la que muestre más inclinación a exponerse claramente, es la que probablemente tenga el futuro a su favor.
Se concluye que una minoría convencida de que en un futuro será dominante, y por ello, decidida a exponerse, se convertirá en la mayoría cuya opinión será la dominante frente a una mayoría dubitativa y poco dispuesta a la exposición mediática. Por lo tanto, la influencia de estos medios será clave en la definición de esas opiniones. Estos postulados fueron criticados por sus métodos por algunos estudiosos, pero es innegable que buscan una explicación sustamtiva a un fenómeno cada vez más trascendente: la opinión colectiva.
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