Las Blockchains son, básicamente, cadenas de información y control digital, distribuidas por varios nodos en la red. Esta "cadena de bloques" es un registro único, consensuado y funcional, cuya estructura de datos de información se agrupa en conjuntos (bloques), a los que se les añade otras informaciones relativas a otros bloques de la cadena anterior, en una línea temporal. Se usa mayoritariamente en la Web para el manejo de criptomonedas y otros valores financieros.
Gracias a técnicas de codificación criptográfica, la información contenida en un bloque solo puede ser eliminada o editada modificando todos los bloques posteriores, lo cual garantiza que haya un sistema de seguridad muy eficiente. No se puede acceder a los datos de manera abierta o directa. Esta tecnología, que tiene sus orígenes a principios de la década de 1990, cuando Stuart Haber y W. Scott Stornetta describieron el primer trabajo sobre una cadena de bloques asegurados criptográficamente. Sin embargo, no fue sino hasta 2008 que se desarrolló completamente como un sistema encadenado de seguridad que permitía el uso de información confidencial valiosa bajo parámetros de seguridad inviolables. Desde ese entonces se ha usado en el campo de las finanzas, pero su potencial se ha ampliado con los años.
Al ser una tecnología de contenido distribuido, donde cada nodo de la red almacena una copia exacta de la cadena, se garantiza la disponibilidad de la información en todo momento. En caso de que un atacante quisiera provocar una interrupción, alteración o violación del servicio, debería anular todos los nodos de la red, ya que basta con que al menos uno esté operativo para que la información esté disponible. Siendo así, es útil en muchos campos donde se requiera flujo preservado de los datos. Como se basa en un registro consensuado, donde todos los nodos contienen la misma información, resulta casi imposible alterarlos, asegurando su integridad.
En el campo de la medicina, los registros de salud pueden ser unificados y almacenados en blockchain. De esta forma, la historia médica de cada paciente estaría segura y a la vez disponible para cada médico autorizado, independientemente del centro de salud donde se haya atendido el paciente. Incluso la industria farmacéutica puede utilizar esta tecnología para verificar medicamentos y evitar falsificaciones. Es muy útil para la gestión de bienes y documentos digitales. Hasta ahora el problema de lo digital es que todo es fácil de copiar, pero blockchain permite registrar compras, escrituras, documentos o cualquier tipo de bien digital y que no pueda ser falsificado.
Finalmente, en el campo de la comunicación, Blockchain permite verificar, validar, rastrear y almacenar todo tipo de información, desde certificados digitales, sistemas de votación democráticos, servicios de logística y mensajería, y puede servir como controlador para la internet de las cosas, que aún está centralizado -lo cual le hace vulnerable-, para que trabaje con total eficiencia. Por supuesto que tampoco es 100% seguro, pero sus debilidades son mínimas en relación con otros mecanismos de difusión y preservación con los que cuenta la internet hoy en día.
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