Entre los "dualismos" que se estudian aplicados al lenguaje, a los signos y a la semiótica en general, que se basan en los postulados del lingüista suizo Ferdinand de Saussure (1859-1913), ya nombrados en este blog (ver: https://ciberestetica.blogspot.com/2020/06/los-dualismos-de-saussure.html), está el de denotación-connotación. Se entiende por dualismo a una llave de dos elementos que, bien contrapuestos, bien complementados, aportan usos de significado ,o de comprensión, o de aplicación, a los lenguajes y sus componentes.
La denotación y la connotación son dos procesos inteligibles y cognoscitivos de la significación, cuya finalidad la manifiesta el emisor en el momento de la comunicación. La Denotación es el significado que se concibe objetivamente por los participantes de la comunicación. Podemos hablar de denotación para las palabras y los signos o para las frases o contenidos. Por un lado es el significado que una palabra tiene aislada, fuera de contexto, por sí misma, tal como aparece definida en el diccionario. Por otro, se aplica a una oración a una frase, que tiene un significado directo: "la manzana es roja". Se refiere al color evidente de una fruta bien definida. Igual se aplica para el lenguaje visual, por ejemplo.
La Connotación, por otro lado, corresponde a los valores subjetivos y múltiples que adquiere el significado. Se puede afirmar que es el conjunto de significados subalternos, afectivos que la palabra o la frase o la oración o el texto, adquieren dentro de un enunciado, según el contexto en que se usa. En el campo de la literatura y la poesía es muy común. La misma "manzana roja" puede tener otro sentido si está en un contexto particular; puede ser tentación, pasión... En fin las variaciones pueden ser muy amplias. Pero la connotación no solo actúa en el lenguaje literario, sino también en el corriente y ordinario. Así, si decimos "Estoy muriendo de hambre", no significa que agonicemos, sino que estamos hambrientos. De la misma forma, es también válido en el lenguaje visual:
El contenido connotado de un mensaje requiere de la habilidad del emisor y del receptor para que su comprensión sea efectiva. Esto en todas las formas de lenguaje. Roland Barthes, a quien ya he citado aquí muchas veces, ha hablado de "lo obvio" y "lo obtuso", justamente para referirse a esa cualidad dual de los mensajes, que se logra cuando la intención está bien pergeñada (ver: https://ciberestetica.blogspot.com/2016/11/lo-obvio-y-lo-obtuso.html). Está en nuestras habilidades como comunicadores y perceptores aprovechar conveniente y eficientemente estos recursos del lenguaje.
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