Esta idea, obviamente no concretada en aquel momento, pretendía crear un océano de documentos que pudieran relacionarse mediante enlaces "hipertextuales", es decir que pudiera saltarse de un texto a otro, todos disponibles a través de sistemas de computadoras conectados. Hay que recordar que en esa época empezaba a concebirse la primera red de computadoras (ARPANET) y que la posibilidad de conexiones entre máquinas inteligentes ya comenzaba a vislumbrarse. Lo notable es que Nelson prefiguró lo que iba a ser, dos décadas después, la World Wide Web.
Xanadú era el nombre del lugar legendario en Asia donde el poderoso gobernante Kublai Khan mandó a construir un ostentoso palacio en medio de un jardín magnífico. En el mundo anglosajón este nombre se usa para evocar un lugar de lujo y misterio o exuberancia. Por ejemplo para bautizar lugares imaginarios o establecimientos fantasiosos, tal como lo hizo el actor y director de cine estadounidense Orson Welles en su famosa película Ciudadano Kane: la mansión extraordinaria del protagonista del film llevaba ese nombre. Para Ted Nelson, Xanadú era el lugar maravilloso en el que toda la información del mundo podía encontrarse por estar toda interconectada.
Hoy en día la internet ha hecho realidad, de alguna manera, ese Xanadú formidable en que muchísimos datos de todo tipo pueden buscarse de múltiples modos. El hipertexto es esa vía que permite la hiperconexión a través de hipermedios en el ciberespacio. Toda una premonición.
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