En el libro Vida contemplativa, de 2022, el filósofo de origen coreano radicado en Alemania, Byung-Chul Han, nacido en 1959, hace una reflexión sobre nuestra sociedad hiperactiva, que valora sólo el rendimiento y menosprecia nuestra capacidad de no hacer nada. Hace un llamamiento a ponderar el sentido del equilibrio y el mérito humano de nuestra espontaneidad, por lo que hace un elogio a la inactividad. En ese sentido también hace una comparación con nuestra capacidad de reflexión interior en contraposición a las capacidades puramente activas de la inteligencia artificial. Así opina al respecto:
"La inteligencia artificial no puede pensar desde el momento que no está capacitada para el páthos. El sufrimiento y el padecimiento son estados que no pueden ser alcanzados por máquina alguna. A las máquinas les es ajena, sobre todo, la inactividad contemplativa. Solo conocen dos estados: encendido y apagado. El estado contemplativo no se consigue desactivando el funcionamiento".
Y en el siguiente párrafo complementa esta percepción:
"La máquina, en realidad, no es ni activa ni inactiva. La actividad y la inactividad se comportan como la luz y la sombra. La sombra da forma a la luz. Le da contornos. La sombra y la luz se condicionan entre sí. También pueden comprenderse de este modo la actividad y la inactividad como dos distintos estados o modos del pensamiento, o incluso del espíritu. El pensamiento es un tejido formado por luz y sombra. La inteligencia maquinal, por el contrario, no conoce ni la luz ni la sombra. Es transparente".
En conclusión, la contemplación se opone a la producción, que es la intención inherente a la programación de la inteligencia artificial.
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